El vengador del futuro

En un futuro distante, el mundo es habitable sólo en dos lugares: la Federación Británica Unida y La Colonia (Australia). La FBU es una sociedad más avanzada que usa a los segundos como sus empleados para hacer la mano de obra de autos, robots y demás. Uno de los trabajadores de La Colonia es Douglas Quaid, quien está cansado de la monotonía y decide ir a Rekall, empresa que te implanta recuerdos no vividos. Ahí todo cambia.

El director Len Wiseman comenzó su carrera en el departamento artístico de películas de Roland Emmerich  como Stargate, Día de la Independencia, Godzilla, posteriormente su filmografía incluye títulos como Inframundo, Duro de matar 4.0 y ahora el remake de El vengador del futuro, ¿dije remake? 

Wiseman arduamente se encargó de recordarnos que El vengador del futuro no es un remake de la película de Arnold Schwarzenegger. Es más, se empeñó tanto en hacerla diferente, que se deshizo de “pequeños” detalles en la trama, por ejemplo aquí Marte no tiene nada que ver. Es más, la historia ni siquiera tiene mucho que ver con el cuento corto en el que está basado… 

La primera hora de la película es el cine sci-fi de Phillip K. Dick que tanto gusta, con corporaciones obscuras, increíbles sistemas de comunicación, transporte único y preguntas sobre la realidad. 

Desafortunadamente, lo que pintaba para ser un tratamiento diferente con algunas libertades al cuento de Dick, se convirtió en un desinflado ejercicio de acción que no propone nada nuevo, salvo los anteriormente mencionados sistemas de transporte y comunicación. 

Y aunque Colin Farrell y Jessica Biel logran convertirse en una pareja creíble cuando aparecen en pantalla, no llegan a ser un elemento clave para salvar esta película. Ese apartado queda reservado para Kate Beckinsale, quien logra interpretar un papel de villana único.

Donde Paul Verhoeven no titubeaba a la hora de presentar mutaciones al por mayor o Schwarzenegger escondido tras el disfraz de una señora obesa, Wiseman decide tomar el camino fácil –por no llamarlo cobarde–, y elimina todos los elementos que hacían de El vengador del futuro (1990) una película disfrutable y generadora de emociones visuales –que hasta en ocasiones provocaban asco. 

El único elemento que mantuvo Wiseman, y probablemente a petición de los fans, fue la mujer de los tres senos. Y así marcamos el fin de la relación con la película de Verhoeven.

Definitivamente El vengador del futuro no pasará a la historia de cintas futuristas, especialmente por su pobre desempeño en el segundo y tercer acto. Y aunque presenta gadgets novedosos que probablemente serán estudiados en revistas científicas y, quizás, hasta se comiencen a hacer prototipos (ojalá llegue a mis manos –literal– uno de esos teléfonos), en su totalidad, la película es rígida y muestra la misma falta de emociones como una actuación de Schwarzenegger… sólo que él aparece en la versión emocionante.  

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Sergio López Aguirre Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.