Eternamente comprometidos

He de aceptar que tenía tiempo que no me reía tanto en el cine viendo una comedia romántica. No sé si fue porque estaba bastante simple cuando lo hice, o si la actuación, el guión de Jason Segel –escrito en conjunto con Nicholas Stoller, con quien trabajó en Los Muppets– y las interpretaciones de Emily Blunt, Chris Bright y Alison Brie, son redondas.

Uno de los “ganchos” que se utilizó en el marketing de esta cinta para atraer al público es que cuenta con el mismo productor (Judd Apatow) que Damas en guerra, aquella comedia que ganó la aceptación de la audiencia e incluso fue nominada a dos premios Oscar en la pasada edición (wait… what?).

En ambos filmes nos encontramos con una temática parecida: los líos y ‘dolores de cabeza’ que surgen en la organización de una boda (en Eternamente comprometidos, la boda se pospone 5 años, lo que nos hace pensar que nunca ocurrirá).

El argumento, sin duda, no es el más original, sin embargo el tratamiento del tema es de los mejores  que hemos visto en los últimos tiempos. El matrimonio deja de ser el desenlace de una historia de amor, donde dos personas 100 por ciento compatibles por fin se casan y son felices para siempre. Aquí no existe tal cosa; las personas, el amor y las relaciones son imperfectas y la vida no es un cuento de hadas, pero aun así vale la pena vivirla… y enamorarse.

Aunque intentemos no comparar estas películas, es prácticamente imposible. No sólo porque así lo vendieron, sino porque existen varias similitudes entre ellas. Además de tener una temática muy similar, en ambas nos encontramos con las actuaciones de personas que en su mayoría han encontrado el éxito en series de televisión.

Mientras que en Damas en guerra vimos el despliegue de la talentosísima plantilla de Saturday Night Live, en Eternamente comprometidos tenemos a Jason Segel, quien aunque ha logrado reconocimiento por su filmografía, es su papel de Marshall en How I Met Your Mother el que lo convierte en nuestro favorito, así como el de Alison Brie en Community y el de Chris Pratt en Parks and Recreation. El elenco tenía mucho que ofrecer… y lo consiguió.

El guión es ágil e inteligente, muy al estilo de Segel (y con algunos divertidos flashbacks y una terrible interpretación musical de Pratt de un clásico en español). Pero, punto en contra, es que la historia tiende a ser un poco tediosa  y demasiado larga para una comedia de su tipo. Incluso hay momentos donde se siente que está a punto de concluir y que por fin va a terminar… ¡pero continúa!

Y a pesar de que Segel no se caracteriza por su físico, siempre se queda con las chicas más guapas (ahí tenemos a Emily Blunt, Mila Kunis y Cameron Diaz). Por eso aunque no sea el estereotipo de galán de una chick flick (guapo, tierno, sensible, perfecto), es justo esto lo que le da un punto a favor a esta comedia, ¿o acaso la vida real no es exactamente así?

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Belén Gómez Pereira Me encantan los libros, el cine, los perros y el café. Creo en el poder femenino, en la magia y en el karma. Estoy en este mundo para equivocarme y aprender.