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Cine

Argo

08-11-2012, 11:17:57 AM Por:
Argo

Dirigida y protagonizada por Ben Affleck, la película Argo está basada en una operación real de la CIA.

Cine PREMIERE: 4
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Durante la Revolución Iraní en 1979, militantes tomaron las instalaciones de la Embajada norteamericana y mantuvieron en cautiverio a 52 rehenes, como consecuencia de las manifestaciones hacia Israel y EUA por parte del líder, Ruhollah Jomeini –la cual tuvo una duración de 444 días. Pero 6 funcionarios lograron escapar y se refugiaron en la casa del embajador canadiense. De tal manera, la CIA debió ingeniar un plan para sacarlos del país antes de ser identificados.

Esta misión queda en manos de Tony Mendez –interpretado por Ben Affleck–, quien ingenia un plan que consiste en la realización de una cinta de ciencia ficción, Argo, con la cual entraría al país en busca de locaciones exóticas y extraería a los funcionarios como parte del crew. Con esta premisa parte la tercera producción dirigida por Affleck, basada en una historia verídica que por varios años permaneció en secreto.

Lo primero a reconocer es el gran trabajo de dirección de Affleck, ya que desde el primer segundo, con los mismos créditos iniciales, uno puede percatarse en el cuidado de cada detalle. Desde el diseño de producción, hasta la música, pasando por la fotografía y las caracterizaciones –a pesar de la controversia generó la decisión de que Affleck interpretara el agente, puesto que éste era de ascendencia latina–, no queda duda que cada uno de estos elementos nos remontan a la década de los 70.

De igual manera, logra que cada actor tenga el tono correcto en sus interpretaciones y que, escena tras escena, eleven el nivel de suspenso; cabe destacar la presencia de John Goodman y Alan Arkin, quienes de gran modo y llenos de humor dan vida al maquillista John Chambers y al productor Lester Siegel. El primero es una leyenda de Hollywood que ganó un Oscar por su trabajo en El planeta de los simios, mientras que el segundo es más bien una composición de varios ejecutivos.

Sin embargo, hay dos decisiones en la manufactura del trabajo que hacen cuestionar el resultado final: la primera es el ritmo; la cinta empieza algo lenta, pero queda claro que ésta era la intención del cineasta para crear esa sensación de desolación de los prófugos y explicar las razones del conflicto, no sólo exponerlos como “los malos”. La segunda serían un par de inconsistencias en la trama, especialmente en el clímax, que igualmente son justificables, ya que están insertadas en el momento correcto para crear una tensión mayor en el espectador.

Pero al final, ambas cuestiones quedan olvidadas porque sin duda el realizador ha entregado una película excitante y digna de la próxima época de premios.

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