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Columnas

Joseph Gordon-Levitt: envidia de la mala

09-01-2013, 5:49:05 AM Por:
Joseph Gordon-Levitt: envidia de la mala

Sobre la velocidad con la que este joven actor se ha rodeado de las mujeres más bellas de Hollywood

Tengo una amiga -a estas alturas creo que todos tenemos una- que no habla de otra cosa que de Joseph Gordon-Levitt. Que si es un actorazo; que si su registro histriónico va con facilidad de la comedia al drama profundo; que si no tiene miedo en arriesgarse a involucrarse en proyectos independientes; que si la matan sus ojos de cordero pacheco; que si su belleza no radica en un físico portentoso sino precisamente en lo contrario: en que podría ser el «boy next door», el que lleva pizzas a tu casa o te sirve un café o te entrega billetes de alta denominación al realizar un retiro bancario.

Yo la verdad ya estoy hasta las pelotas de mi amiga y, la verdad, del tal Gordon-Levitt, al que preferiré llamar desde estos momentos -el sarcasmo es gratuito- simplemente Josesito.

Pues sí, la verdad estoy hasta el cepillo de este Josesito, aunque he de aceptar que las razones que sustentan mi animadversión no tienen que ver con su trabajo en el cine. Para ser sinceros, y sin considerarlo un histrión brutal, de los que se merecen reverencias y aplausos tronadores, lo tengo catalogado como un buen actor. Más que bueno cumplidor. De esos que se ve que no causan problemas de ningún tipo en las filmaciones y terminan llevándose de piquete de ombligo con los directores. De los que son «amigos de todos» en el set, desde el enrollacables hasta el segundo asistente de cámara. De los que llevan donas y café a sus compañeros actores en las pausas. No dudo, pues, de su profesionalismo ni mucho menos de esa buenaondez que trae dibujada en la jeta.

Mi reconocimiento, pues, por principio al excelente agente que tiene (la puntería con que ha elegido sus papeles es de antología) y por el indudable esfuerzo que Josesito ha empleado en cada uno de sus roles, desde los protagónicos (500 days of summer, 50/50) hasta los que prueban que también -¿y por qué no iba a ser así, si es tan buen mozo?- se encuentra cómodo en la butaca del secundario (Inception, Batman: the dark knight rises). De hecho tan prodigiosa combinación de tino y talento -y los que me conocen saben que en estas cuestiones poseo palabra de vidente- harán que en menos de una década -tal vez un lustro- un Oscar repose sobre su chimenea de mármol siciliano.

En sí, y creo que ya ha quedado claro, la envidia que tengo a Josesito no tiene que ver con la ascendente carrera de la que presume y que en lo personal me recuerda -acaso por su contundencia y la certeza en sus castings- a la de Tom Cruise. Mi resentimiento proviene de un sitio más primigenio, más cavernícola, más simple: ¿cómo es que Josesito -y me da lo mismo que se haya dedicado a la actuación desde la infancia: el mundo está sobrepoblado de chamacos actores- se haya rodeado ya, a sus treinta y pocos años, de las actrices más hermosas del planeta? Y lo que es peor: ¿al menos ha hecho algún intento por ligarse a alguna?, ¿le robó al menos un beso a Zooey Deschanel?, ¿y a Bryce Dallas Howard?, ¿y qué con Emily Blunt (a mí me vuelve loco)?… Y ahora que dirigió a Scarlett (¿de verdad tengo que escribir su apellido?) en su reciente debut como director de un filme que narra la historia de un adicto al porno (por supuesto que él mismo, porque los caras de buena onda también tienen derecho a las parafilias), ¿al menos le sacó una cita, una noche de copas, una segunda base? En España a los tipos que dejan pasar oportunidades de oro con las mujeres -generalmente bellas y dispuestas- se les llaman pagafantas (hay un filme al respecto del mismo título y que juzgo recomendable) y me temo que Josesito es uno de ellos, un pagafantas insalvable, tan pagafantas que no se ha dado cuenta de ello, sí, un pagafantas que ni siquiera se ve la necesidad de negar su pagafantismo porque no se ha dado cuenta de que lo padece. A mí por lo menos me cuesta creer que nunca ha flirteado con alguna de sus múltiples y bellísimas co-protagonistas. ¿Será posible?

¿Qué te pasa, maldito Josesito?

Envidia, pues, envidia de la mala.

 

 

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autor Colaborador en web y revista Cine PREMIERE desde 2006. Me especializo en anime/manga, comics, doblaje, tecnología y videojuegos. Mis sagas favoritas: Doctor Who, Star Trek, Dragon Ball y Star Wars. Batimaníaco, geek ochentero y hardcore gamer.
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