El sueño de Iván
Una película familiar enfocada en el futbol que logra mostrar la ilusión infantil de manera inteligente sin caer en el ridículo.
No es un misterio que las películas sobre el futbol no gocen de la misma calidad narrativa que lo hacen las cintas enfocadas a otros deportes como el futbol americano, beisbol o hasta el boxeo mixto. Sin embargo es bien recibida una producción que logra aproximarse a la pasión vertida sobre el futbol soccer.
Así mismo, la película logra un resaltar un elemento importante y de una manera inteligente sin caer en el ridículo: la ilusión infantil. El sueño de Iván parece ser una cinta escrita, imaginada y dirigida en la mente de un niño, cualquiera que de pequeño imaginó protagonizar un torneo en el que fuera el héroe y de paso quedarse con la niña que le gusta.
Iván es un niño español que hace pruebas para ingresar a la selección infantil que se enfrentará al equipo de estrellas profesionales en un partido benéfico. Seguiremos el camino de Iván desde el proceso de selección hasta el partido decisivo en el Estadio Azteca.
Si exigimos 100% de veracidad a la historia, El sueño de Iván claramente reprobaría porque seamos sinceros: un partido benéfico de amateurs vs profesionales es una cosa pero un juego entre niños amateurs y jugadores adultos de clubes profesionales de futbol es simplemente irreal por no llamarlo irresponsable. Sin embargo, vuelvo a recordar: estamos ante una historia que todos nosotros nos imaginamos de pequeños ya sea jugando un partido en el recreo o con los amigos, donde entre la ilusión exagerada está muy presente el corazón.
El reparto adulto de la película está encabezado por un siempre natural Demián Bichir y Ana Claudia Talancón, mientras que los narradores interpretados por Fernando Tejero y Ernesto Alterio logran una pareja cómica muy bien lograda.
Por su lado, los niños no gozan de la misma suerte. Óscar Casas y Carla Campra (Iván y su interés amoroso Paula) tienen buena química, aunque el sidekick de Iván, Hugo (el mexicano Sebastián Rivera) si bien logra una actuación natural, el acento genera cierto conflicto porque si se supone que es un niño regiomontano, a veces habla sumamente neutral y otras hasta parece un español con acento mexicano.
Los efectos visuales requeridos para la trama, aunque mínimos, a veces logran de buena composición con el resto de la imagen pero hay ocasiones que si son más notorios y afectan la escena.
El sueño de Iván es un buen ejemplo de una cinta familiar, los aficionados hardcore de futbol probablemente le encuentren muchas fallas o inverosímil, sin embargo logra una entretenida transición del sueño que muchos tuvimos de niños a una película.
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Sergio López Aguirre Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.
