Rápidos y furiosos 6 (2013) – Crítica

Rápidos y furiosos 6 (2013). La franquicia de Rápido y Furioso obtuvo su nitro con la quinta parte: Rápidos y Furiosos 5in Control (Fast Five) en donde se dieron cuenta que una película más sobre el tunning de autos ya no daba para más; cambiaron entonces por el género heist pero complacieron a los fans con una escena del tuneo carioca.

El éxito fue tan bestial como Dwayne Johnson peleando contra Vin Diesel que su sexta parte era un hecho… es más, su taquilla garantizó una sexta y hasta una séptima parte.

¿De qué trata ahora la película de Rápidos y Furiosos 6? Mientras Rápidos y Furiosos 5 Sin Control hasta en su título resultaba algo complejo para ellos mismos, la 6 simplemente trata del regreso de Lety (Michelle Rodriguez) a la franquicia, de la mano de un villano que obligará al equipo de Toretto y Hobbs (Dwayne Johnson) unir fuerzas.

Prácticamente Rápidos y Furiosos 6 comienza unos meses después de la quinta parte. Un par de escenas y se junta el equipo en Londres donde vemos todas las caras conocidas, y es aquí donde las piezas de la historia, actuaciones, acción, y diálogos fluyen perfectamente, como auto saliendo de servicio. El director Justin Lin presenta un primer acto sumamente entretenido donde una persecución por el centro de Londres resulta espectacular, mientras el comic timing de Ludacris y Tyrese Gibson es natural y ayuda a no tomarse tan en serio la trama.

Hacia su segundo acto la película mete el freno y la trama se cae, no choca, pero si nos habíamos acostumbrado a la velocidad. Aquí se desarrollan algunos personajes, descubrimos lo que sucedió con Letty (jajaja) y viene la escena del tuneo underground londinense con la participación de la cantante pop y R&B Rita Ora, porque aunque la franquicia puede ya no enfocarse en el tuneo, éste sigue siendo su sello.

De nuevo en la acción para su acto final, aquí Rápidos y Furiosos 6 se toma un tanto seria; espectacular y llena de adrenalina, pero no se la cree. Hay grandes secuencias de acción, donde se notan los $160 millones de dólares gastados en la producción, pero llega un momento que involucra un rescate en donde literalmente la audiencia exclamará por la incredulidad de lo que acaba de presenciar.

Si vemos Rápidos y Furiosos 6 con ojos de crítico de Cannes, definitivamente tendrá un 0. Existen diálogos involuntariamente risibles, con tan sólo unas horas Vin Diesel conduce en las calles de Londres como si fuera un cockney que siempre ha bebido té a las 5 y las leyes de física valen menos que un paquete de Fish & Chips.

Dejando a un lado esos prejuicios, tenemos una cinta sumamente entretenida, con un Vin Diesel y Paul Walker en modo automático, Dwayne Johnson con más testosterona badass que todo el ejército de Genghis Khan y un nuevo eye candy femenino en la ex American Gladiator, Gina Carano.

Al final, Rápidos y Furiosos 6 no resulta una película tan entretenida e inteligente (sí, inteligente) como su antecesora, pero sus responsables están ya conscientes de la popularidad de sus personajes y sus aventuras, por lo que se han esmerado en presentar películas más espectaculares conforme pasa cada entrega, con adiciones al cast (Dwayne Johnson) y lo que, parece ser, un cierre que nos transportará a una carrera de muerte y venganza. “Toretto no me conoces, pero estás por hacerlo”.

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Sergio López Aguirre Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.