Monsters University – Crítica

Resulta difícil determinar cuál es la película más popular en un estudio como Pixar, el cual se ha caracterizado por entregar trabajos de enorme calidad en cada una de sus entregas. Sin embargo, podemos afirmar que Monsters Inc. es una de las cintas más queridas dentro del catálogo de Luxo Jr., por lo que entendemos perfectamente la emoción que provoca una segunda parte de este proyecto, pero también el nerviosismo al tratarse de una precuela que evidentemente no contará con la participación de un personaje tan amado como Boo.

A pesar de ello, Pixar nos ha demostrado que sus secuelas tienen la capacidad de narrar historias de calidad similar o superiores a las cintas originales, al tratarse de historias completamente novedosas, pero capaces de mantener la esencia de sus personajes. La mayor prueba de ello es la trilogía Toy Story, la cual simplemente puede ser descrita como perfecta.

Afortunadamente Monsters University sigue esta regla al pie de la letra, pues aunque se trata de un largometraje con mayores dosis de humor que su primera parte, sus personajes nunca pierden el carisma ni la emotividad que conquistara al público en el 2001. El filme narra la historia del viejo conocido Mike Wazowski, un joven monstruo que acude a la renombrada Monsters University con el único objetivo de convertirse en un espantador profesional, pero que a pesar de sus esfuerzos es incapaz de infundir terror.

Por su parte, James P. Sullivan es miembro de una popular familia de espantadores, por lo que se trata de un estudiante confiado en que no requiere de ningún esfuerzo para provocar pánico en los niños. Luego de una serie de disputas iniciales, ambos personajes deberán unir esfuerzos para salir victoriosos de una competición anual que pretende encontrar a los mejores espantadores del campus, en la que formarán equipo con un grupo de atolondrados monstruos que fueran rechazados del programa.

Aunque efectivamente se extraña la presencia de Boo, el mayor acierto de la producción fue enfocarse completamente en el trabajo de Wazowsky y Sulley para alcanzar sus sueños. Esto permite que la precuela mantenga la emotividad que caracterizó a Monsters Inc. y que dos personajes completamente diferentes protagonicen una historia creíble, capaz de formar una de las amistades cinematográficas más aclamadas de los últimos años. Sin embargo la cinta no está exenta de adversidades, ya que la dupla no sólo deberá superarse a sí misma, sino también a una gran cantidad de alumnos y estudiantes que continuamente pretenden intimidar a nuestros protagonistas. 

Finalmente no podemos olvidar que la película está plagada de referencias al filme original y mientras algunas simplemente arrancarán grandes sonrisas en el público, otras servirán para comprender a mayor detalle algunos de los sucesos que ocurren en Monsters Inc., incluyendo la llegada de ambos monstruos a la popular empresa.

Técnicamente hablando, sobra decir que Monsters University es –al igual que cada trabajo de Pixar– una verdadera joya técnica. Además de la animación virtualmente perfecta, esta producción se caracteriza por un impresionante diseño de producción, el cual nos traslada por escenarios fantásticos y amigables, pruebas desafiantes y finalmente por un entorno completamente aterrador para nuestros héroes. Como suele pasar en casi todos los filmes animados, estos escenarios y acontecimientos lucen espectaculares en 3D, la cual se convierte en una herramienta fundamental para adentrar aún más al público en este universo fascinante.

Muchos temían que la calidad de Pixar fuera en declive luego del tropiezo de Cars 2 y la polémica alrededor de Valiente –muchos aseguran que el Oscar a Mejor película correspondía a Ralph El Demoledor–, sin embargo hoy podemos afirmar con gusto que el estudio que amamos y respetamos ha regresado a lo más alto de la animación.

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Luis Miguel Cruz Algún día me uniré a los X-Men, la Alianza Rebelde o la Guardia de la Noche. Orgulloso integrante de Cine PREMIERE desde el 2008.