Depositarios

La ópera prima de Rodrigo Ordóñez, Depositarios, intenta ser un análisis ético de las implicaciones de la clonación en un futuro no muy distante. Situada entre 1978 y el año 2021, la película mexicana cuenta la historia de un México distópico en el que la tecnología permite que cada persona tenga un clon ‘depositario’, que sufre las enfermedades de los ciudadanos en vez de ellos, como una medida de control de masas.

Este argumento original, un destacado elenco, numerosas escenas de acción y efectos especiales no digitales son un cóctel de elementos que promete una cinta fuera de serie aunque, desafortunadamente, el resultado es completamente opuesto. Depositarios es un trabajo que se queda atrapado entre el drama televisivo mexicano contemporáneo y el cine de ciencia ficción de los años 80. Se convierte, inconcientemente, en una película serie B en un momento en el que este tipo de cintas son motivo de parodia en otros países (Machete Kills, Juan de los muertos).

Es tan barroca la realización de Depositarios, con tantos personajes, subtramas y un uso excesivo de emplazamientos móviles de cámara, que termina por ser completamente confusa y tediosa. Es una lástima, pues la cinta cuenta con la participación de actores consolidados como Gustavo Sánchez Parra, Tenoch Huerta y Jorge Zárate, todos ellos mal aprovechados por una dirección desenfocada y un libreto torpemente desarrollado.

Depositarios es el tipo de película que, cuando es entretenida, lo hace de manera involuntaria. Recuerda a cintas similares del género como su contemporánea 2033 (2009) y las cintas de los años 80 y 90: México 2000 (1981), Mutantes del Año 2000 (1992) y Utopía 7 (1995), todas ellas con un discurso similar cimentado en la pérdida de los valores éticos y sociales a través de la tecnología. Tiene también ciertas similitudes con la ahora clásica de culto El Clon de Hitler (2003), una cinta estilo video home que se arroja de lleno a la concepción paródica de las películas serie B, enfoque que, de haber tomado Depositarios, habría cumplido mejor las expectativas del público al que alude.

Es loable que se siga haciendo cine de ciencia ficción en México; la reciente reactivación comercial de la industria cinematográfica mexicana permitirá que el género desarrolle trabajos cada vez más pulidos en términos creativos y de producción. Sin embargo, Depositarios es un producto embrionario que recuerda a un cine que lleva años en desuso en nuestro país, con un humor general más nostálgico que propositivo.

¿Quieres ser un emprendedor o emprendedora?
Conoce Emprendedor.com el mejor contenido de Ideas de Negocio, Startups, Franquicias, e Inspiración, síguenos y proyecta lo que eres.

Fran Hevia Fran Hevia es un comediante y escritor mexicano de cine y TV, con una vida como de película. Como de película de cine contemplativo, donde nunca pasa nada.