El mayordomo de la Casa Blanca
The Butler tiene todos los elementos para ser una película nominada al Oscar, pero no ofrece mucho más. La protagoniza Forest Whitaker y la dirige Lee Daniels.
Efectista y manipuladora, El mayordomo de la Casa Blanca (The Butler) es una cinta que sabe exactamente lo que está haciendo y por qué. Partiendo de la siempre cumplidora frase, «inspirada en una historia real» (nótese que Actividad paranormal también está «inspirada» en una historia verdadera), la película cuenta la historia de Cecil Gaines, un hombre afroamericano que creció en un campo de algodón y presenció el asesinato a sangre fría de su padre, a manos del hombre que acababa de violar a su madre. Echándole muchas ganas y con una ética de trabajo impecable, el personaje de Forest Whitaker logra convertirse en un mayordomo tan eficaz, que se hace de un codiciado puesto en la Casa Blanca.
Y así, la nueva cinta de Lee Daniels (realizador de la mucho más emotiva, aunque igual de melodramática, Precious) busca tocar las fibras más sensibles de un país que por un lado siente –como debería– una culpa tremenda por el racismo brutal que condonó durante mucho años, y por otro, transparentemente va tras un Oscar. O, de perdida un Globo de Oro. La fórmula «de premios» está tan poco escondida, que bien podría aparecer en la pantalla, cada 5 minutos, el aviso de «Para su consideración».
Ahora, esto dicho, no significa que la cinta no funcione. Por supuesto que funciona. Por eso las 3 estrellas. Pero funciona de la misma forma en que si compras un pastel de caja en el súper, te va a salir un pastel. Agradable, inofensivo y cumplidor. Pero es un pastel de caja, tampoco es para tanto.
Donde sí falla y haríamos bien en colocar un gran signo de interrogación sobre este rubro, es el elenco. Whitaker es un tema aparte, pues él siempre cumple. Pero son los personajes que le colocan a un lado, desde un Lenny Kravitz que (al contrario de en Precious), luce completamente fuera de lugar, hasta Robin Williams en un pesadísimo maquillaje marca Saturday Night Live. Y, bueno, ni hablar de John Cusack como Richard Nixon. No, ni idea.
Al final, seguramente estaremos escuchando mucho sobre esta cinta conforme empiece a llegar la temporada de premios. Seguramente, porque así lo dictan los Weinstein, productores de ésta. Pero, ¿posibilidades grandes de llevarse algo? Dudoso.
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J. Ivan Morales Escritor, director de cine y director editorial en ésta, su amigable vecina publicación de cine, Cine PREMIERE. Nunca perderá la esperanza de una segunda temporada de Studio 60 on the Sunset Strip y Firefly.
