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Cine

Amor índigo

16-01-2014, 11:47:45 AM Por:
Amor índigo

En L’écume des jours, el director francés Michel Gondry tristemente se pierde en sí mismo.

Cine PREMIERE: 2
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Existe muy poca duda sobre el genio visual de Michel Gondry. Su creatividad, diversión y visión para componer encuadres engañosos, trucos visuales e imágenes juguetonas no tiene igual. En eso podemos estar todos de acuerdo. Sin embargo, lo que al francés parece hacerle falta es claridad narrativa para desarrollar una historia de forma coherente. Especialmente una, que de origen, ya es algo extraña y compleja.

Adaptada (libremente) de la novela La espuma de los días de Boris Vian, la trama de Amor índigo sigue a Colin (Romain Duris) y Chloé (Audrey Tautou), una pareja que se enamora, se casa y de repente tiene que lidiar con una rara enfermedad que le hace crecer a ella un lirio en los pulmones. Además hay un ratoncito mascota, un timbre que cobra vida y un invento que hace cocteles alcohólicos con música.

Habiendo visto los pasados (y, siendo honestos, malogrados) esfuerzos de Gondry al frente de largometrajes –El avispón verde– no es sorpresa que el autor (porque eso sí, es un autor), haya encontrado su mayor momento de gloria al lado de Charlie Kaufman con Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, él sí, un maestro de la narrativa compleja, complicada y laberíntica. Juntos son imparables.

Por su cuenta, tristemente, Gondry se pierde en sí mismo y su estilo cada vez se demuestra más adecuado para el video musical (donde la historia es irrelevante) que para una cinta de larga duración. O por lo menos una que pretenda contar una historia. Si El avispón verde parecía habérsele salido de las manos y The We and the I resultó demasiado mundana para su propio bien, en ésta, cuyo título en inglés y español hace referencia a una melodía de Duke Ellington, pareciera que él quiso expiar esos esfuerzos en los que dejó de ser quien es, e intentó realizar algo absolutamente suyo. El problema es que “absolutamente suyo” parece que es lo mismo a decir absolutamente incomprensible.

Si hay un límite para la cantidad de metáforas visuales que una cinta puede sostener, Gondry la encontró, superó e hizo añicos hace mucho tiempo.

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autor Escritor, director de cine y director editorial en ésta, su amigable vecina publicación de cine, Cine PREMIERE. Nunca perderá la esperanza de una segunda temporada de Studio 60 on the Sunset Strip y Firefly.
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