La vida de Adele

Hoy en día, la mayoría de las películas a las que tenemos acceso cubren con una cierta cuota de requisitos, los cuales parecen ya una regla dentro de una industria que es movida por la cantidad de dinero que puede recaudar. Así que actualmente es muy difícil ver propuestas innovadoras que reten a la audiencia. Por eso es refrescante y emocionante ver cintas como La vida de Adele (La vie d’Adèle – Chapitres 1 et 2) que buscan ir más allá.

Adele (Adèle Exarchopolous) es una adolescente francesa que no parece encajar del todo con lo que la sociedad espera de ella. Un día conoce a Emma (Léa Seydoux), una universitaria lesbiana que le cambia la perspectiva de vida.

Con este relato, el director tunecino Abdellatif Kechiche logra retratar las realidades de una relación de manera honesta y universal, delineando las complejidades y capas de los seres humanos y del contexto que los rodea. Es un proceso en el que primero nos emociona con la inocencia del enamoramiento –¿podemos hablar de esas intensas escenas en donde las enamoradas se dicen todo con los ojos?–, para emocionarnos con la felicidad del amor correspondido y después angustiarnos con la inseguridad de la incertidumbre.

Al final, no importan las casi 3 horas de duración de La vida de Adele, porque a través de ellas, es que nos deja conocer a los personajes con sus acciones, nos da tiempo, nos mete a las vidas de Adèle y Emma, en sus hábitos y pensamientos, nos permite descubrirlas paciente y profundamente. Es casi como una ventana voyerista a la vida de la protagonista, sumergiéndote en la experiencia.

Todo esto no sería posible sin la presencia de las 2 actrices principales, quienes logran imprimir con naturalidad la esencia, química y amor de las protagonistas. A través de silencios, risas, miradas y todo lo que se dice sin palabras, podemos entender a la perfección la naturaleza de la relación. Se debe de reconocer en especial a Exarchopolous, por la consistencia intensa de su interpretación que abarca distintas etapas y procesos de la vida en donde se le ve madurar, minuto tras minuto. Sin dejar atrás a Seydoux, quien da una interpretación complementaria a la de Adéle, con la misma energía y ferocidad. 

Al final, La vida de Adele habla por ella misma y no importa la polémica que causaron las escenas de sexo o los pleitos entre las actrices y el director, ya que la historia se encarga de adentrar en su mundo y no te suelta cuando ruedan los créditos.

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Cristina Vales Cristina Vales fue editora de Cine PREMIERE por casi tres años, sin embargo, su lado geek la ha mantenido cerca. Búsquenla si quieren hablar de Buffy la Caza Vampiros, libros y todo lo que tenga que ver con entretenimiento.