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Cine

Casi un gigoló

17-07-2014, 10:37:47 AM Por:
Casi un gigoló

Dirigida por John Turturro y protagonizada por él y Woody Allen, Fading Gigolo se ven como un par de actores que parecen estar en 2 películas diferentes.

Cine PREMIERE: 2.5
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¿Woody Allen como un judío que se convierte en el “alcahuete” de un amigo cercano? ¿John Turturro en el rol de un conquistador que por su edad y look no parece uno? ¿Sofía Vergara y Sharon Stone como 2 de las conquistas de este singular donjuán? Cada una de estas interrogantes parecía conformar la inusual premisa de una comedia entretenida, tierna pero condimentada. Sin embargo, Casi un gigoló (Fading Gigolo) dejó su énfasis en el «casi». 

A Fioravante (Turturro) lo convence su amigo Murray (Allen, quien no había actuado en una película que no fuera de su autoría desde Cachitos picantes, de Alfonso Arau, en el año 2000) de transformarse en un «taxi-boy». ¿Es decir? Un hombre que «consuele» a solitarias mujeres en busca de un poco de pasión. Durante las mesuradas aventuras siente la tentación de dejar de escuchar a Afrodita y hacerle caso a Cupido. 

La película escrita y dirigida por John Turturro “casi” es la comedia sofisticada que aparentemente su autor concibió bajo la guía de Allen. Sin embargo, el sencillo guión se estanca en el planteamiento, los personajes avanzan a cuentagotas y al romance le falta realismo. Nadie en su sano juicio creería la historia de amor entre Vanessa Paradis y Turturro, no al menos por la manera en que aquí se presenta. 

Eventualmente, como con la intención de añadirle conflicto, se inserta a una comunidad jasídica, de mandamientos minuciosos y estrictos, que, sí, “casi” funciona, pero se desdibuja por las arbitrariedades del guión. Aunque en este contexto se agradece el novedoso rol que interpreta Liev Schreiber, sorpresa absoluta como un acomedido hombre de la ley.  

Asimismo, siempre es grato ver a Allen a cuadro, incluso cuando generalmente interpreta al mismo hombre nervioso y compulsivo. Y si bien aquí vuelve a repetirse, cuando se aleja de las escenas se extraña su presencia. Simplemente es quien le imprime ritmo, candor e intención al desorbitado guión. 

Es Woody quien arranca las más genuinas risas en su profesión de gigoló, ya sea con diálogos, gesticulaciones o las inverosímiles situaciones a las que la historia lo somete. Pero en contraparte, Turturro ofrece una taciturna y parca interpretación hilada casi por entero de monosílabo en monosílabo. Ello bajo el pretexto de dar vida a un personaje solitario, serio y atrapado en sus circunstancias a consecuencia de su inesperado sex appeal

La comedia debía partir de los contrastes entre el «Don Bongo» de Allen y el «Virgil Howard» de Turturro, de una pareja dispareja inmersa en un contexto provocativo. Lamentablemente, al final únicamente se ven como un par de actores que aunque comparten escenas parecen estar en 2 diferentes películas. Tristemente, tanto ellos como el resto del llamativo elenco Stone-Vergara-Paradis-Schreiber lucen desperdiciados. 

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autor No soy la Madre de los Dragones, pero sí de @Enlabutaca; desde ahí y en Cine PREMIERE estoy en contacto con las buenas historias. Melómana, seriéfila, cinéfila, profesora universitaria, y amante de las bellas artes. Algún día escribiré una novela de ciencia ficción. ¡Unagui!
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