Ouija – Crítica
Producida por Hasbro, Ouija es una película de terror sin mucha consistencia y muy poco terror.
No es la primera vez que Hasbro se adentra en la producción de películas, como evidencia están las 4 de Transformers, las 2 de G.I. Joe y Battleship Batalla naval, pero Ouija simboliza el primer intento de la marca por levantar un proyecto de película de terror y sobrenatural.
La historia arranca cuando Debbie (Shelley Hennig) juega en solitario con la tabla. Poco después muere, pero su mejor amiga Laine (Olivia Cooke) se niega a aceptar el “suicidio”. Entonces, convence a otros amigos de usar la ouija para descubrir la verdad. Sin embargo, abren una conexión entre este mundo y entes sobrenaturales que no necesariamente tienen buenas intenciones.
Para no hacer larga, la trama está gastada. No es una apuesta con sustancia dentro del género, sino que abusa de sustos circunstanciales, clichés –gente tras la puerta, ojos en blanco– y exacerbados efectos de sonido para causar “miedo”. Ciertamente hay un par de escenas que mediante una buena atmósfera crean tensión, pero éstas se cuentan con los dedos de la mano.
Entre lo rescatable, está el elenco. Aunque el guión es fallido y los diálogos risibles, los actores se esfuerzan por ser creíbles. Destacando la presencia de Cook, Douglas Smith, como Pete, y especialmente la concisa y crucial aparición de Lin Shaye, conocida por su trabajo en numerosas cintas de terror, entre ellas la franquicia de Insidious.
Pero cualquier intento es arruinado ante la falta de lógica en la trama y en las inconsistencias en el desenlace, lo que termina por convertir a esta cinta en una estratagema publicitaria de un juego de mesa.
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Mabel Salinas No soy la Madre de los Dragones, pero sí de @Enlabutaca; desde ahí y en Cine PREMIERE estoy en contacto con las buenas historias. Melómana, seriéfila, cinéfila, profesora universitaria, y amante de las bellas artes. Algún día escribiré una novela de ciencia ficción. ¡Unagui!
