Fuerza mayor
Force Majure es una fábula sobre la fragilidad de una pareja en crisis.
¿Qué pasaría si estás de vacaciones con tu esposa y dos hijos y de pronto una avalancha amenaza con caerles encima? Lo lógico sería proteger a tus seres queridos. Sin embargo, esta cinta de Ruben Östlund, presenta una variante álgida: un padre que prefiere tomar su celular y salir corriendo, en lugar de salvar a su familia.
Y no, no es una cinta de desastres. O por lo menos no en el sentido estricto del género: el verdadero apocalipsis ocurre en la interacción de un matrimonio que comienza a desbordarse en la rutina y egoísmo. Tomas (Johannes Kuhnke) y Ebba (Lisa Loven Kongsli) son una pareja perfecta: guapos, exitosos y con dos hijos que parecen de un catálogo de tienda departamental. Los cuatro pasan una semana en un paradisiaco resort en los Alpes, donde cada mañana provocan pequeñas explosiones en la montaña para ajustar la cantidad de nieve idónea para esquiar. Pero un día mientras la familia desayuna a las faldas, una pared de nieve parece salirse de control y se precipita con el objetivo de enterrar a los comensales. Es, entonces, cuando Tomas decide escapar de la mesa, dejando a su familia a merced del clima. Para su buena (o mala suerte), la avalancha se disipa y se convierte en una pequeña brisa. Pero la tormenta desatada en Ebba y sus hijos apenas comienza.
El director, quien ya había explorado la moralidad de la sociedad sueca en Play, nos entrega un dramedy de buena manufactura y actuaciones convincentes –ganadora del premio Una cierta mirada en Cannes–, que sembrará dudas sobre la fe que hemos depositado en la gente que amamos. La estética de la cinta, llena de encuadres simétricos y tomas fijas, crean un ambiente idóneo para debatir sobre las decisiones de vida o muerte que tomamos en cuestión de segundos. Uno de los mensajes ocultos es demostrar que las apariencias y nuestra ética se desmoronan cuando llevábamos nuestra humanidad hasta últimas consecuencias.
Vale la pena recalcar el ritmo del filme gracias a un guión inteligente, con diálogos incisivos y humor negro. Para Östlund, la comedia es parte íntegra de la tragedia. Esta teoría se pone a prueba cuando una pareja de amigos los acompaña en una cena y al hablar del incidente, la charla se transforma en una acalorada batalla de los sexos, con guiños memorables a otras películas como ¿Quién le teme a Virginia Woolf? y Escenas de un matrimonio.
Fuerza mayor es una fábula sobre la fragilidad de una pareja en crisis y las circunstancias atemporales que componen y mantienen unido a un matrimonio –amor, costumbre, paternidad o admiración. Claro, hasta que ponen a prueba la promesa de “hasta que la muerte los separe”. No pierdan de vista a uno de los directores europeos más talentosos que han surgido en los últimos años.
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