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Cine

El destino de Júpiter – Crítica

05-02-2015, 10:36:49 AM Por:
El destino de Júpiter – Crítica

El nuevo estreno en cines de los Wachowski, Jupiter Ascending, es un caos espacial con una heroína (Mila Kunis) casi invisible.

Cine PREMIERE: 2.5
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En El destino de Júpiter (Jupiter Ascending), los hermanos Andy y Lana (antes Larry) Wachowski se repiten a sí mismos en una película de una forma caótica; pero esta vez, lo hacen en el espacio. Los directores presentan una historia que recicla á la Star Wars la premisa principal del universo de Matrix: el ego de los humanos vuelve a ser injustificado, ya que sólo sirven como materias primas para el consumo de líderes galácticos supremos. Ello, por supuesto, hasta que llega “el elegido” –o como sucede en este caso, “la elegida”.

Según la astrología, Jupiter Jones (interpretada por Mila Kunis) es una chica que está destinada a grandes cosas. Sin embargo, su vida en Chicago dista mucho de la de una heroína legendaria: sus días se le van en limpiar casas con su madre y añorar ese telescopio que no puede comprar. “Odio mi vida”, se dice cada mañana, sin saber que un plan intergaláctico la tiene en la mira, que está a punto de conocer a un mercenario mitad licántropo (Channing Tatum) y que el destino del planeta está en sus manos. 

Los Wachowski se toman bastante tiempo en develar dicho plan maquiavélico, con un argumento que salta de la cotidianidad terrícola a la extravagancia visual de otros mundos. Así conocemos poco a poco a los hermanos Abrasax: Balem (Eddie Redmayne), Kalique (Tuppence Middleton) y Titus (Douglas Booth), una suerte de mafia sideral, que bien podrían ser los Borgia, los Lannister, o los Slim galácticos y que– gracias al capitalismo interplanetario propuesto por el filme– son dueños de la Tierra. Cada uno tiene sus propios planes con Jupiter, que, desafortunadamente, quedan inmersos en una narrativa confusa e irrelevantemente compleja. 

Destino de Júpiter película

El problema de El destino de Júpiter es que está mal escrita, a pesar de su diseño de producción esmerado, vestuarios deslumbrantes y sus vistosos –pero no tan innovadores– efectos especiales. Mientras el arte y el diseño de extraterrestres recuerda al de la franquicia de George Lucas o a El quinto elemento, la narrativa y los diálogos traen a la mente cosas rarísimas: desde El diario de la princesa, hasta la telenovela de las 9 PM y las parodias de las piruetas de Sandra Bullock en Gravedad

Ello es evidente en la poca fuerza de sus personajes principales, sobre todo el de Kunis, que deambula de planeta en planeta como un ente sin motivaciones claras, disuelto en cada escena. No hay nada en ella de la potencia de otros roles femeninos de los Wachowski, ni de Corky y Violet (Lazos ardientes), ni de Trinity (Matrix) o incluso de Yoona 939 en Cloud Atlas. Lo mismo sucede con sus villanos conspiradores, atrapados en una trama complicada que apuntaba a las intrigas estilo Game of Thrones, pero que no logra del todo.

Tal parece que los Wachowski podrían necesitar ya de una mano guionista amiga, que dé forma y cauce a las ideas sobre la humanidad que buscan plantear en su ciencia ficción. Esta vez, su imaginativa visión de la sociedad de mercado a nivel espacio (ahora no es la tecnología la que esclaviza a los humanos sino el capitalismo), no tiene sustento narrativo, carece de una heroína convincente y es solo entretenida a momentos. Quienes esperaban un renacimiento de los creadores de la Matrix, quedarán decepcionados. 

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autor Periodista, editora en Cine PREMIERE y bailarina frustrada en sus ratos libres. Gustosa del cine, la literatura, el tango, los datos inútiles y de la oportunidad de desvelarse haciendo lo que sea.
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