Jezabel

¿Son de esas personas que creen tener la peor suerte del mundo? Quizá quieran conocer a Jezabel, una joven cuya vida cambia drásticamente tras un accidente automovilístico que aniquila a su novio y su hijo no nacido. Condenada temporalmente a una silla de ruedas, la chica busca el apoyo de su alienado padre, quien decide llevarla a su vieja –y sobra decirlo, escalofriante– casa en Louisiana para cuidar de ella. Una vez en el inmueble, la chica se topa con una vieja grabación de su madre, quien falleció de un tumor cerebral cuando nuestra heroína era muy pequeña. Los problemas inician porque el video no incluye emotivos mensajes maternales, pues muestra a una mujer obsesionada con la lectura del tarot que utiliza sus cartas para anticipar la muerte de Jezabel y para anunciar la presencia de una malévola entidad en el inmueble.

A pesar de los numerosos clichés de la historia, Jezabel (Jessabelle) funciona correctamente durante el primer acto, ya que el director Kevin Greutert (Saw 3D) omite los espantos sencillos casi por completo, para concentrarse en la atmósfera y muy especialmente en la protagonista. El personaje es interpretado por Sarah Snook, cuya destacada actuación le permite convertirse en el elemento más destacado de la historia. Esto se debe a que la actriz logra reflejar la siniestra problemática del personaje de manera sumamente natural, dotándola además de una enorme fragilidad por sus limitaciones físicas.

Lamentablemente nada de esto es suficiente para sostener el filme a partir del segundo acto, ya que la historia se hunde por el exceso de clichés utilizados para infligir “terror” en las audiencias: desde el espectro à la Samara (El aro) hasta secuencias en tina al más puro estilo de Revelaciones (What Lies Beneath). A esto agreguemos que el guionista Robert Ben Garant –cuyos mayores logros incluyen Herbie a toda marcha (Herbie Fully Loaded) y Una loca competencia (Balls of Fury)– considera que Jezabel no ha tenido suficientes problemas y decide agregar rituales vudú a la historia, lo que resulta más que excesivo e innecesario para una cinta que ya incluye accidentes, casas tenebrosas, madres perturbadoras y fantasmas.

El resultado es una sensación agridulce, pues los primeros minutos nos hacen pensar que la cinta tiene potencial para convertirse en una grata sorpresa, pero al final descubrimos que se trata sólo de otra historia de terror que no aporta absolutamente nada al género.

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Luis Miguel Cruz Algún día me uniré a los X-Men, la Alianza Rebelde o la Guardia de la Noche. Orgulloso integrante de Cine PREMIERE desde el 2008.