Amores infieles

Esta película es una historia compleja de asimilar y analizar sin revelar spoilers e igualmente vale la pena aclarar que aunque en ella sí se aborda el tema de la infidelidad, el título de Amores infieles podía hacer pensar que se trata de un tipo de película que no es, cuando en realidad su nombre en inglés, Third Person, se refiere al hecho de escribir en tercera persona y no a alguien que es “el tercero en discordia”. 

En este singular proyecto, Liam Neeson deja a un lado su faceta de héroe de acción para ponerse la máscara de un novelista que batalla con su nuevo libro. Acaba de terminar su matrimonio con su mujer (Kim Basinger), así que cita en París a su mucho más joven amante (Olivia Wilde) en su “hogar”: un lujoso hotel, cómplice de su inestable y ambivalente amorío. 

Sin embargo, el de Neeson es sólo el principio. Este proyecto escrito y dirigido por Paul Haggis (Crash) es una historia coral que se complementa con otro par de tramas. Una es la de un hombre de negocios estadounidense (Adrien Brody) enamorado de una gitana en Roma. Y la tercera recae en Mila Kunis y James Franco como un par de exesposos en disputa por la custodia de su hijo después de que la madre es acusada de infligirle un grave daño, drama que tiene lugar en Nueva York. 

Estos personajes cargan con pesos emocionales que los carcomen y lidian con dolores que podrían ser el parteaguas en la vida de cualquiera, ello amparado en un elenco que da el ancho –inclusive Franco y Kunis tienen una escena que hiela la sangre. No obstante, esta interesante premisa se pierde en la monótona y excesivamente lenta conducción de Haggis, que termina ahogándola en un mar de pretensión por su rebuscada estructura y a causa del giro final. 

Si bien la estética y la poco sutil edición son las principales herramientas del cineasta para situar en la historia que cuenta, cuando llega el desenlace y descubre todas sus cartas, se desentrañan las complejidades del argumento, el verdadero significado de los personajes y el papel que juegan en el filosófico y existencial rompecabezas de Haggis, pero ciertamente también se manifiestan los escollos del guión. 

La intención de Amores infieles es muy buena, lamentablemente tropieza en la ejecución y a duras penas se logra levantar.  

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Mabel Salinas No soy la Madre de los Dragones, pero sí de @Enlabutaca; desde ahí y en Cine PREMIERE estoy en contacto con las buenas historias. Melómana, seriéfila, cinéfila, profesora universitaria, y amante de las bellas artes. Algún día escribiré una novela de ciencia ficción. ¡Unagui!