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Cine

La increíble historia del niño de piedra

16-04-2015, 9:28:30 AM Por:
La increíble historia del niño de piedra

La animación tiene un mensaje positivo para los niños, pero le falta mucho para estar a la altura del promedio.

Cine PREMIERE: 1.5
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ND Mantarraya incursiona por vez primera en el género animado a través de su productora Cadereyta Films con La increíble historia del niño de piedra, proyecto enteramente pensado y construido para los niños. Resulta curioso, si se toma en cuenta que Mantarraya ha estado detrás de laureados pero polémicos títulos como Post tenebras lux o Heli, de Carlos Reygadas y Amat Escalante, respectivamente. 

Como distribuidora se ha inclinado por lanzar títulos poco convencionales y usualmente enmarcados dentro del llamado “cine de autor” o “cine de arte”, como La vida de Adele, Sueño de invierno o Camille Claudel, entre otros. No obstante, con su debut animado se van al otro extremo de la imagen transmitida hasta la fecha. 

Marina comienza una aventura con sus primos Tito, Tato y Teté. Cuando la feria de su pueblo no los satisface, se topan con la historia de un niño desconocido convertido en piedra tras enojarse con la vida. Con ayuda de entes fantásticos como el Viento del Norte y el Hada de la Vida, el quinteto se embarca al País de los Sentidos (una cruza entre el mundo de El Lorax y el hogar de los oompa loompas en Charlie y la fábrica de chocolates pero no tan bien lograda) para revivir el corazón del endurecido pequeño. 

Pablo Aldrete y Miguel Bonilla dirigen una cinta que propone un viaje reiterativo y predecible, con un guión entretejido por refranes coloquiales y obviedades que ofrecen lecciones “masticadas” a su público objetivo: niños muy pero muy pequeños, el mismo target de programas como Dora, la exploradora o Plaza sésamo. Así de didáctica busca ser la película. 

Esta apuesta se percibe incluso en su técnica de animación. Creada enteramente en Flash, La increíble historia del niño de piedra tiene un estilo visual precario, primitivo, plano. No aprovecha la profundidad (ni en la animación ni en el argumento), y los personajes y escenarios son unidimensionales; sus movimientos robóticos y forzados. 

Pero tal vez el mayor error es la poca sincronía que existe entre el movimiento de los labios y los diálogos que enuncian los personajes, en especial en los números musicales compuestos por Julieta Venegas (no tiene sentido que sea su voz la que se escuche cuando la pequeña protagonista canta, rompe con el doblaje previamente establecido).  

La película tiene un mensaje positivo para los niños, pero ni la travesía se siente genuina, ni los personajes evolucionan creíblemente y nunca enganchan al espectador como para que se sumerja en sus buenas obras. Como primer ejercicio de Mantarraya es bien intencionado pero falta mucho que mejorar.

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autor No soy la Madre de los Dragones, pero sí de @Enlabutaca; desde ahí y en Cine PREMIERE estoy en contacto con las buenas historias. Melómana, seriéfila, cinéfila, profesora universitaria, y amante de las bellas artes. Algún día escribiré una novela de ciencia ficción. ¡Unagui!
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