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Cine

Mortdecai el artista del engaño

23-04-2015, 11:59:12 AM Por:
Mortdecai el artista del engaño

La nueva aventura de Johnny Depp es completa y absolutamente olvidable.

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En 1958 Disney produjo el documental ganador de un Oscar White Wilderness, al cual se le atribuye la creación de una falsa historia perpetuada por generaciones: la migración de los lemmings y su suicidio colectivo, arrojándose a los acantilados del Ártico. 57 años después, temo decirles que Disney no estaba equivocado: el suicidio colectivo existe, pero este es cinematográfico y sucede en una película llamada Mortdecai.

Mortdecai es una propuesta a la cual no se le puede criticar por ridícula: se empeña obstinadamente en serlo. Tampoco de pichicata: se gastaron $60 millonsotes en una colorida producción que incluye diseño de arte y vestuarios congruentes con su estética retro. Tampoco se le puede recriminar que se eligiera una troupe de desconocidos en sus roles estelares, pues incluye grandes egos como Johnny Depp y Gwyneth Paltrow y actores confiables como Ewan McGregor, Jeff Goldblum y Paul Bettany… y justo allí inician los problemas. En su era post-Jack-Sparrow, Depp nomás no le atina a elegir personajes –con honrosas excepciones– y se recicla de forma incesante, retomando acentos, gestos y guiños de algo que ya le hemos visto.

Sobre Paltrow y McGregor hay poco que decir: hacen lo que pueden con personajes que deambulan diciendo burradas, entre las que destaca el tiempo dedicado a hablar del incómodo bigote del protagonista (pronostico nominación al Razzie 2016 para Depp y su bigote como peor pareja en pantalla).

Al suicidio colectivo se suma David Koepp, guionista de blockbusters como Parque Jurásico, Misión Imposible y Spider-Man, y quien como director no ha corrido con la misma suerte. En Mortdecai es incapaz de controlar elementos y el resultado es una estruendosa mescolanza de chistes malos, anacronismos, fallidas referencias a exitosas películas del género (La Pantera Rosa, Austin Powers) y horribles acentos ingleses. Adaptación de Don’t Point that Thing at Me (primera novela de la trilogía Mortdecai), la película falla al no saber cómo transmitir la picardía que poseía el personaje creado en los años 70 por Kyril Bonfiglioli. 

Y a todo esto, ¿de qué va la historia? Charlie Mortdecai –aristócrata venido a menos, dealer de arte, estafador en serie– está en bancarrota, y es requerido por las autoridades para dar con el paradero de una obra que contiene oculto el código de una cuenta bancaria de los nazis. Para conseguirlo, deberá enfrentarse a la mafia rusa, terroristas internacionales, excéntricos millonarios californianos, ninfómanas empedernidas, el MI5 (comandado por McGregor) y… su esposa Johanna (Paltrow). En efecto: la típica historia del pícaro que se enfrenta a errores y engaños, siempre salvado por su fiel lacayo (Bettany).Koepp, Depp y Paltrow han hecho mucho por la industria, ¿cierto? ¿Por qué no hacemos como que esto nunca existió?

-Edgar Apanco

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autor Fan-from-hell de los números de cine. Fue editor de revistas de negocios (no, de allí no viene su amor por los números). Hoy es experto en reportes de taquilla y en content marketing(marketing contento... #OkNo).
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