Perversa adicción

En el cine no es poco común toparse con historias que hablen sobre la adicción, en particular aquella que se relaciona con el alcohol y las drogas. Se cuentan historias de cómo alguien cae en una adicción, de recuperación, de qué es lo que vive la familia de un adicto… Sin embargo, la adicción al sexo era un tema que, hasta recientemente –te estoy hablando a ti, Von Trier-, había permanecido en la sombras del cine. Pero la industria parece haberse dado cuenta de eso y como resultado tenemos cintas como Perversa adicción.

Zoe (Sharon Leal) es una mujer que lo tiene todo: una familia hermosa, un negocio exitoso y una vida sexual sumamente activa con Jason (Boris Kodjoe), su esposo. Sin embargo, cuando Zoe conoce a Quinton Canosa (William Levy), descubre que hay algo oscuro dentro de ella que no puede controlar por más que trate: su adicción al sexo.

Si soy honesta, esta película tiene tantos problemas que ni si quiera sé por dónde empezar. Hollywood tiene un problema, piensa que para que alguien se interese en una historia sobre adicción tiene que existir un elemento de belleza que contrarresta la gravedad del tema, Addiction es un ejemplo perfecto. Se supone que esta mujer sufre de un problema terrible, sin embargo todas las imágenes están llenas de cosas hermosas: arte, ropa, los humanos súper atractivos. La iluminación es cálida, la edición simple, el guión inmensamente cursi. Aquí no hay nada de lo que siente un adicto: no hay aprensión, visceralidad y miedo, solo pretensión y falsedad.

La narrativa tiene tan poca ambición que se van a la típica subtrama de las citas con una psicóloga para explicar todo lo que está pensando y sintiendo Zoe. Cuando busca ser arriesgada –como en la escena de la fiesta sexual–, acaba por provocar risa y es que el principal problema es que no se siente honesta. Un reflejo perfecto son las pésimas actuaciones por parte del cast y la dirección en que sus personajes son llevados. Addicted es un filme que busca ser edgy tan sólo con su temática, pero el resultado no engaña. Es una sosa historia con un personaje principal que carece de la profundidad necesaria para que creemos empatía con ella. Y el problema no es que el tema no tenga potencial, sino que se necesita a alguien con mayor sensibilidad para explotarlo. 

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Cristina Vales Cristina Vales fue editora de Cine PREMIERE por casi tres años, sin embargo, su lado geek la ha mantenido cerca. Búsquenla si quieren hablar de Buffy la Caza Vampiros, libros y todo lo que tenga que ver con entretenimiento.