Persecución virtual

Un truculento ejercicio voyerista, Persecución virtual da cuenta de la pesadilla en que se ve envuelto Nick Chambers –el tímido webmaster de un sitio dedicado a Jill Goddard, una popular actriz– cuando, tras resultar ganador de un concurso para conocerla en persona, recibe el mensaje de quien dice ser su manager de que la cita ha sido cancelada. Molesto por la noticia, Nick se descubre una víctima de su morbo cuando el supuesto manager le da la oportunidad de desquitarse, haciéndose del control no sólo del celular de Jill, y de los teléfonos y cámaras de vigilancia del hotel en que se encuentra alojado, sino también de su laptop… y ultimadamente de su voluntad, y de su vida.

Dirigida por Nacho Vigalondo (Los cronocrímenes), la película resulta así en un delirante techno thriller que le debe tanto a clásicos del suspenso como La ventana indiscreta o La soga que al found footage tan socorrido por el cine de terror, y que encuentra su equivalente en la pantalla de la laptop de Nick como único punto de acceso del espectador a la historia. Las referencias al cine de Hitchcock no se hacen a la ligera: ahí están el personaje obligado del mirón –representante, en pantalla, de los deseos y fantasías del propio espectador, voyeur por definición–, así como esa suerte de plano secuencia en que se convierte el recurso de la pantalla, un stream de información que provee al espectador, en su papel de Peeping Tom, de esa inmediatez que requiere la generación Facebook.

Por supuesto, de Los cronocrímenes a Extraterrestre, pasando por colaboraciones en antologías como The ABCs of Death y V/H/S: Viral, o su corto nominado al Oscar, 7:35 de la mañana, el cine de Vigalondo se ha distinguido por darle la vuelta a algunos de los más socorridos tropos del cine de géneros. Con Open Windows, el cántabro consigue un thriller insólito, un filme en el que la acción pasa casi a segundo término, y en el que el suspenso alcanza niveles delirantes. Elijah Wood, por su parte, hace gala no sólo de su indiscutible talento para la actuación, sino de los riesgos que está dispuesto a correr para probarlo, y Grey se antoja ideal como prototipo de celebridad mediática en la era de la vigilancia electrónica y las amenazas a la privacía digital y eso a pesar de encontrarse relegada al papel de damisela en peligro.

En ese sentido, sobra decir que la tecnología mostrada en la cinta borda lo inverosímil y que las secuencias de acción a las que finalmente recurre la cinta resultan más apropiadas para una laptop que para la gran pantalla. Sin embargo, y aun como mero ejercicio formal, la película muestra las posibilidades del cine en la era de las descargas… y del cinéfilo como su “inocente” participante.

¿Te interesa el mundo del emprendimiento?
Conoce Emprendedor.com el medio lider en contenido de Ideas de Negocio, Startups, Finanzas, Noticias para emprendedores, Franquicias, Marketing, Inspiración, síguenos y proyecta lo que eres.

Antonio Camarillo Periodista y cineasta, es colaborador de Cine PREMIERE desde el año 2002, conductor de Horroris Causa en UAM Radio 94.1 FM y miembro del equipo de Mórbido: Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror. Actualmente imparte las materias de Narrativa, Guionismo y Géneros Cinematográficos en SAE Institute Mexico, así como talleres de guion para cortometraje.