Buscador
Ver el sitio sin publicidad Suscríbete a la revista
Cine

Alicia en el país de María – Crítica

27-08-2015, 9:02:41 AM Por:
Alicia en el país de María – Crítica

Desafortunada y confusa narrativa con una excelente fotografía.

Cine PREMIERE: 2
Usuarios: 1.5
Votar ahora:

Los cristales de un parabrisas despedazado dan lugar a una multiplicidad de proyecciones, recuerdos, olvidos, conquistas y reconquistas en torno al amor, la violencia y la memoria. Tonatiuh (Claudio Lafarga) y María (Bárbara Mori) son unos enamorados que comienzan a odiarse después de la segunda escena. Después sufren un accidente que revelará una batalla por el protagónico en torno a un triángulo amoroso completado por la Alicia del título (Stephanie Sigman).

Después de Eros una vez María y Abolición de la propiedad, Jesús Magaña persigue un nuevo malabar narrativo con esta película, entre cuyos créditos de producción aparece una de sus actrices principales (Mori). Sin que todas sus secuencias resulten interesantes o gozosas, la película de Alicia en el país de María consigue algo de atención gracias a su atractiva premisa, la cual navega entre los sueños, las proyecciones del subconsciente y aquello que «te depara el destino».

Alicia país María película

El filme es un relato de amor psicótico que se suma a la lista de películas que narrativamente confunde la memoria con el inconsciente y sus laberintos, un tópico que lo mismo ha dado para grandes películas, como para enormes éxitos de taquilla. Aquí, sin embargo, todo termina convirtiéndose en una tragedia descafeinada.

Magníficamente fotografiada por el tres veces candidato al Ariel, Alejandro Cantú (Adán y Eva (Todavía), Norteado, Carmín tropical), estilizada con efectos especiales no poco sofisticados, la película solamente exhibe defectos en algunos rasgos de su estructura: soluciones mediante diálogo; errónea percepción del ambiente de un hospital psiquiátrico; protolesbianismo típicamente machista; represión del acto sexual en corte directo (del desnudo a la mañana siguiente); multitudes carentes de extras, y desconciertos deliberados. 

Para cuando la cinta recupera algo de interés, le faltan 20 minutos para terminar, y toda la confusión cerebral se desvanece cuando es introducido un personaje supersticioso que lee el tarot en inglés. Para entonces, la hipótesis de Octavio Paz, “Todo es presente”, así como invocaciones al diablo (¿“vendrá a consolarme”?) han propulsado la confusión hasta el ridículo.

Una pena, para tan sugerente título.

¿Te interesa el mundo del emprendimiento?
Conoce Emprendedor.com el medio lider en contenido de Ideas de Negocio, Startups, Finanzas, Noticias para emprendedores, Franquicias, Marketing, Inspiración, síguenos y proyecta lo que eres.

autor Alejandro estudió en el CUEC; escribe sobre cine desde antes de querer dirigir películas. Sus pasiones son grabarlo todo sin límites, programar películas en cineclubes y los títulos “jamás estrenadas en México”.
Comentarios