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Peter Greenaway critica a la industria del cine en el FICM 13

24-10-2015, 11:16:09 PM Por:
Peter Greenaway critica a la industria del cine en el FICM 13

El director británico presentó su película Eisenstein en Guanajuato.

Crédito foto: Edgar Durán

«El cine está muerto», dijo sin titubeos el director británico Peter Greenaway durante su paso por el 13 Festival Internacional de Cine de Morelia. El realizador –autor de cintas memorables como El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante– lamentó el dominio del «texto» por encima de la imagen en el cine contemporáneo: «Ahora, las producciones se la pasan yendo a las librerías para encontrar nuevos proyectos. No se piensa a partir de imagenes», nos platicó en entrevista.

Según el cineasta –quien visitó Morelia para presentar su nueva película Eisenstein en Guanajuato–, el cine fue pensado como un evento colectivo, un arte para un público masivo simultáneo, lo cual también ha dejado de existir. «Según las revista Variety, sólo el 5 por ciento de la población mundial va a las salas de cine. Todos lo ven ahora en dispositivos móviles. El único lugar en donde puedes ver el cine bien es en festivales como este. Además, últimamente, el cine parece incapaz de inventar su propio material. Todo está basado en libros, en textos», señaló.

La polémica de Eisenstein

El cineasta británico también nos reveló los detalles detrás de Eisensenstein en Guanajuato, presentada en una función de gala. Protagonizada por Elmer Bäck, la película retrata de forma provocadora la vida del cineasta ruso Sergei Einsenstein en México, así como la aventura amorosa que el «padre del cine ruso» tuvo con un político mexicano mientras filmaba aquí su inconclusa obra ¡Que viva México! Su énfasis en la sexualidad y estilo visual exuberante han provocado la furia del gobierno ruso, así como «mensajes de odio»:

«Vladimir Putin cree que los héroes rusos no pudieron haber sido homosexuales. Tengo muchos amigos en Rusia que no necesaraiamente creen eso, pero él intenta disociarse de lo que él cree es el colapso moral de Occidente. No quiere tener nada que ver con ese mundo, lo cual es muy tonto y superficial. Tuve mucho antagonismo en las redes sociales, no tanto por lo de la homosexualidad, sino porque un extranjero como yo había hecho una película sobre el héroe nacional. Tengo entendido que ahora los rusos están determinados en hacer su propia versión», nos platicó el cineasta.

El segundo punto de quiebre entre su cinta y sus destractores rusos tiene que ver con otro de los personajes principales de la historia: México, el cual cautivó y transformó a Eisenstein en otro tipo de cineasta, más interesado en el individuo y no tanto en la masa. «Estaban molestos porque decían: ‘si Eisenstein es ruso, ¿por qué no hiciste una película de él en Rusia?’ Pero lo que no entienden es esto: cuando dejas tu país te conviertes en otra persona. Te liberas. Cuando te alejas de tus amigos, tu mamá, tu enemigos y tus críticos, uno es capaz de expandir su personalidad. A Eisenstein siempre le dio curiosidad su propia sexualidad, le iba muy bien con las mujeres, pero era vírgen antes de venir a México. Lo dijo en varias ocasiones y para efectos de la película lo es, no sólo física sino mentalmente. Su personaje es arrogante pero muy inocente. Siempre se pensó a sí mismo como un payaso, con mucho sentido del humor y espero haber logrado reflejar eso», señaló Greenaway.

La película contiene muchos guiños a las películas más famosas de Eisenstein (El acorazado Potemkin, Octubre), así como a cintas de Fellini, Abel Gance, Jean Renoir y hasta Martin Scorsese: «El cine se la pasa citando a otras obras». Sin embargo, más que un conjunto de referencias o historia de provocación, Eisenstein en Guanajuato es un homenaje: «Quería hacer una película que honrara su habilidad para editar. Como sabes, él nunca pudo editar su cinta sobre México, entonces quisiera pensar que, si hubiera tenido la oportunidad, quizá hubieras usado este lenguaje. Descubrí a Eisenstein cuando estudiaba arte en los años 60 en Londres. No estudié cine pero estaba interesado en todos estos artistas con ideas maravillosas y uno de ellos, por supuesto, fue Eisenstein. Aún así, cuando le hablo a la gente acerca de él, no falta quien me dice ‘¿qué no te refieres a Einstein?», platicó.

Peter Greenaway en sus propias palabras
-«Me han preguntado antes por qué, si estudié pintura, ahora soy cineasta. Esta es mi respuesta: siempre me desilusionó el hecho de que las pinturas no tuvieran soundtracks. De hecho, así se podría definir todo mi cine: pinturas con soundtracks».

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autor Periodista, editora en Cine PREMIERE y bailarina frustrada en sus ratos libres. Gustosa del cine, la literatura, el tango, los datos inútiles y de la oportunidad de desvelarse haciendo lo que sea.
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