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Columnas

¿Las películas de superhéroes están destruyendo el cine? (2/2)

16-11-2015, 11:25:52 AM Por:
¿Las películas de superhéroes están destruyendo el cine? (2/2)

La violencia, visión del director, la presión de los estudios y mucho más.

AQUÍ LA PARTE 1

En los Juegos Olímpicos de invierno de Torino, Italia, se introdujo una nueva tecnología en los patines de hielo: Clap skate. Lo que hace este patín es que la navaja se queda en la pista por unos segundos más mientras el competidor avanza, esto hizo que en cada competencia se rompieran todos los días récords, no había jornada en que no pasara eso.

¿A qué viene todo esto? A que en Hollywood a finales de la década pasada se vivieron no uno, sino dos cambios al nivel del clap skate. Por un lado tenemos el boom de los superhéroes con Iron Man y el MCU y por otro lado, James Cameron demostró que el 3D daba mayor cantidad de dinero en taquilla debido a su boleto más caro.

Cada semana con los reportes de taquilla que nos entrega nuestro colaborador Edgar Apanco, podemos ver que siempre hay un récord que se rompe, ya sea para mal o para bien, y que parece ser un Juego Olímpico en donde los blockbusters de los grandes estudios buscan llevarse el fin de semana y rebasar la barrera de los $100 millones de dólares pero, ¿cómo lograrlo? 

Ya hay una parte de la fórmula: Superhéroe + Efectos especiales + 3D, ¿qué falta? PARA TODO PÚBLICO. Pues no es lo mismo una película para mayores de 18 años, que una cinta que te haga pagar como mínimo 3 boletos (dos adultos y un niño en 3D). ¿Cómo burlar entonces al MPAA? Fácil: maquilla la violencia, evita la sangre.

Como vemos en la imagen, el nivel de gore (violencia gráfica) fue disminuyendo a partir del 2009, la sangre no tuvo mucha variación, pero los asesinatos y muertes se dispararon. ¿Qué tienen en común entonces películas como Iron Man, Thor, Linterna verde, Wolverine Orígenes o El sorprendente Hombre araña? Todas son películas de acción en donde se ven amenazadas grandes ciudades y vemos explosiones pero nunca pasa nada. Y ni siquiera mencionemos películas como El hombre de acero, Capitán América y El soldado de invierno o Avengers Era de Ultrón. Es increíble el nivel de destrucción que vemos en esas ciudades y ninguna escena donde se perciba el drama de sus ciudadanos. 

Son películas al fin y al cabo, su motivo es entretener no educar pero, tenemos suficiente violencia en el mundo, ¿necesitamos acaso aligerar la destrucción de ciudades o la explosión de personas a un nivel de entretenimiento sin mostrar siquiera alguna consecuencia? O ¿cuántas personas tienen que explotar en Iron Man 3 o Guardianes de la Galaxia para que realmente nos importe?

Al final, destruir grandes ciudades con numerosos efectos visuales y explosiones lleva también utilizar un presupuesto mucho mayor y aquí entramos a otro tema delicado: ya no existen las películas de «clase media» en Hollywood. Aquellas cintas para adultos con dramas o thrillers interesantes. Hace poco en una entrevista que tuve con Sam Mendes para Spectre me comentó que hoy en día no podría hacer American Beauty o Camino a la perdición, debido a que los estudios o hacen cintas casi independientes con presupuestos mínimos o de plano le dedican más de $200 millones de dólares a su blockbuster.

La última película «seria» sin grandes explosiones ni parafernalia que yo recuerde fue La chica del dragón tatuado de David Fincher, con un presupuesto de $90 millones de dólares. Las últimas ganadoras o contendientes al Oscar han tenido presupuestos mínimos, este año Letras explicitas tuvo $20 millones de dólares de inversión frente a $190 millones de Rápidos y Furiosos 7. Aunque no todo está perdido, The Revenant de Alejandro González Iñárritu, tuvo un costo de $200 millones de dólares. 

Es imposible hablar del director mexicano y no mencionar sus declaraciones contra el cine de superhéroes «Hay un montón de películas (de superhéroes) que no significan nada. Son acerca de nada, solamente son un montón de explosiones y efectos especiales. Simplemente su cometido es ese, y las corporaciones buscan exprimir dinero y todo lo que puedan por esas películas que, en cierto sentido, están envenenando el cine como una posibilidad de expresión humana.»

Aunado a esto tenemos a Dan Gilroy y sus declaraciones en los Independent Spirit Awards «Creo que somos los sobrevivientes contra un tsunami de películas de superhéroes que han arrasado con esta industria. Hemos sobrevivido, hemos prosperado y esa es la verdadera esencia”.

William Friedkin, director de El Exorcista también se ha mostrado en contra «Las películas antes eran sobre gente real, haciendo cosas reales. El cine de hoy en Estados Unidos es todo sobre Batman, Superman, Iron Man, Avengers, Los Juegos del Hambre, toda la clase de cosas por las cuales no tengo interés absoluto por ver» 

Y no olvidemos a Steven Spielberg quien señaló que el género de superhéroes sería el western de ahora y que eventualmente desaparecería.

Aquí viene el punto más delicado de las grandes producciones de superhéroes de, quizá, los dos últimos años: el director. La queja de Iñárritu, Spielberg, Gilroy o Friedkin viene también a la hora de los procesos creativos. Ahí tenemos el caso del desastre de Fantastic Four con Josh Trank o siendo menos dramáticos Edgar Wright con Ant-Man. Los estudios (sea Fox o Marvel) están tomando el control total de su superproducción (y tienen argumentos para hacerlo) tanto así que ya no vemos alguna visión del director, o ¿quienes son los hermanos Russo antes de Winter Soldier? ¿Alan Taylor con Thor? ¿Shane Black y su único estilo fue poner algo de Navidad en Iron Man 3? Ahí está también Joss Weddon quien terminó harto de Marvel

(TRIVIA ¿Por qué al final de Era de Ultrón el Capitán no dice Avengers Assemble? el director conscientemente filmó así la escena sin que Chris Evans pudiera completar la frase para que el estudio no obligara a poner la escena completa).

¿Está entonces el cine de superhéroes destruyendo el cine? No, está cambiando la forma en que los estudios apuestan sus más grandes -y carísimas- cartas. Los productores son ahora las personas más importantes dentro de la película, dejando a un lado al director con su visión, porque ésta es nula. Pero ahí tenemos un ejemplo que, como bien mencioné en mi crítica, NO VIENE A SER UN ANTES Y DESPUÉS DEL CINE DE SUPERHÉROES, Deadpool no logra nada nuevo con el género, sin embargo, puede hacer algo todavía más diferente: regresar las apuestas por la clasificación R en los blockbusters, pero eso vendrá en otro post.

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autor Es escritora, fotógrafa, cineasta y vive en Hollywood con su esposo y su traviesa cachorrita Airedale. Promete estar más activa en Twitter y espera que el guión que escribió con su hermano se convierta en película.
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