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Cine

El niño

27-01-2016, 11:35:37 AM Por:
El niño

Lo que podría ser una premisa bastante vista, logra avanzar y sacarnos algunos brincos.

Cine PREMIERE: 3
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¿Han escuchado el término uncanny valley? Se refiere a la manera en que, mientras más humano se vea un robot, o un muñeco, llega un punto en el que deja de ser simpático para volverse literalmente siniestro. De la parlanchina Tina –en algún viejo episodio de La dimensión desconocida– hasta Annabelle (2014) –y pasando por las marionetas de Puppet Master (1989) o Chucky, el muñeco diabólico–, el horror ha tenido siempre una obsesión con los juguetes, con sus semblantes impasibles y esos ojos vidriosos que, por muy ridículo que suene, parecieran estar siempre observándonos. Parecieran estar vivos.

En El niño tenemos Greta (Lauren Cohan, a quien recordarán como Maggie en The Walking Dead), quien, tras aceptar un empleo de nana en un pueblecito perdido de la campiña inglesa, descubre que ese niño del título es en realidad un muñeco, Brahms, al que los señores Heelshire –sus “padres”– tratan como si fuera su hijo desde que éste muriera en un accidente, años atrás. Todo niño necesita ser amado, como reza la publicidad de la cinta, y Greta deberá seguir una serie de reglas que van de lo que Brahms quiere comer, hasta la música que le gusta escuchar. «Él será bueno contigo si tú lo eres con él,” le advierte la Sra. Heelshire, tal vez como Chucky, que era uno de los Good Guys.

Por supuesto, Greta no hace más que seguirles el juego al par de ancianos, quienes poco después la dejan encargada del monigote para emprender unas largamente pospuestas vacaciones. Es entonces cuando empiezan a suceder cosas extrañas y muy pronto la chica empieza a pensar que tal vez el muñeco esté vivo de verdad. Y ésta es quizá la parte que mejor funciona de la película: la enorme casona de los Heelshire resulta por demás tétrica, y la chica Cohan es lo suficientemente buena como para creernos que tal vez sólo se ha vuelto loca… aunque nosotros sepamos que no es así.

Y es que sí, habría que estar loco para creer que el mono de marras se mueve cuando no lo estás viendo, ya no digamos para quedarse solo en la casa con él. Como a menudo sucede en este tipo de películas, se necesita alguien ahí para que se lo diga, y ese papel le toca aquí a Malcolm (Rupert Evans), el chico de la tienda que les lleva el mandado a los Heelshire, y que no pierde oportunidad de coquetear con Greta… pero que seguro sabe más de lo que le ha contado. Y es que ella también oculta algo en su pasado, un trágico secreto que explicaría su devoción a Brahms, pero que –a diferencia del inquieto muñeco– al final no parece ir a ningún lado.

Dirán que la historia está ya muy vista, o que Brahms se ve –comparado con Chucky– poco animado para eso de los asesinatos; el director es el responsable también de Con el diablo adentro (2012), un cuestionable found footage que ni final tenía y, de nuevo, aquí es más lo que se sugiere que lo que de hecho se muestra (la cinta en Estados Unidos es clasificación PG-13). Pero la trama camina, digamos, y si a esto le agregamos algunos brincos –y un twist, ese sí inesperado–, no faltará quien se saque de onda cuando lo vea ahí sentado… sólo mirando.

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autor Periodista y cineasta, es colaborador de Cine PREMIERE desde el año 2002, conductor de Horroris Causa en UAM Radio 94.1 FM y miembro del equipo de Mórbido: Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror. Actualmente imparte las materias de Narrativa, Guionismo y Géneros Cinematográficos en SAE Institute Mexico, así como talleres de guion para cortometraje.
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