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Cine

Kung Fu Panda 3

06-03-2016, 4:24:38 PM Por:
Kung Fu Panda 3

Visualmente arrebatadora, Kung Fu Panda 3 es también ingeniosa para las ocurrencias de nuestro artista marcial favorito.

Cine PREMIERE: 4
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El público cinéfilo descubrió en Fantasía (1940) que tanto hipopótamos como elefantes podían bailar con gracia y elegancia por igual. Aquel ballet –»La danza de las horas» de La Gioconda, por Amilcare Ponchielli– dejó claras las ilimitadas posibilidades para que personajes de gran volumen pudieran realizar inusitadas acciones, gracias a la ilusión y magia de la animación.

Indudable heredero de esta tradición resultó Po, un bien intencionado e ingenuo panda en la antigua China, que soñaba con la posibilidad de aprender artes marciales (Kung Fu Panda, 2008). Su viaje personal, como el de muchos otros héroes, lo llevó de la mundanidad a la iniciación, a grandes retos y al cumplimiento de su sueño, con el misticismo como elemento fundamental. Al concluir aquel primer filme, el torpe, obeso y simpático panda se transformó en un ágil y energético Maestro del Kung Fu. Se convirtió en el guerrero dragón.

En esta tercera aventura fílmica continúa el tono de comedia de acción de sus predecesoras. Así también el esfuerzo y dedicación que el equipo de Dreamworks impuso desde la primera cinta, en términos de la complejidad en la animación por computadora. Y con creces. 

Visualmente, Kung Fu Panda 3 es un deleite que se aprecia por el ágil ritmo que le imprimen sus directores. Tan dinámico como el panda mismo. Colores y texturas explotan en la pantalla a través de atractivas secuencia de acción y recursos narrativos como la pantalla dividida y una tercera dimensión que satisface al más exigente espectador. 
Como en los filmes previos, los realizadores utilizan distintas técnicas y estéticas de animación, como trazos en 2D para los flashbacks. En esta nueva entrega, se presenta un estilo de corte psicodélico para el mundo espiritual, donde podría destacar la manifestación gráfica del guerrero dragón.

Más trascendente que toda la técnica bien aplicada es que el alma de la película sigue siendo Po. No importa cuán realizado, avanzado o glorificado sea, nuestro panda no pierde uno de sus más importantes atributos: la capacidad de asombro. Y eso se manifiesta a través de su lenguaje corporal, expresivo rostro y la voz de Jack Black, quien le imprime vida y sensibilidad al personaje. En nuestro país, Omar Chaparro nuevamente brinda carisma al personaje.

El humor se disfruta ocurrencia tras ocurrencia, mientras Po se reencuentra con su propia raza en un formidable santuario de suculento preciosismo. Se enfrentará también con un colosal adversario sobrenatural, seguirá los pasos de sus mentores en la espiritualidad y nos enseñará a descubrir lo mejor de nosotros mismos. 

Como dato curioso, habría que comentar que las dos películas anteriores merecieron nominación al Óscar, sin lograr obtenerlo. Kung Fu Panda lo perdió ante Wall-E, mientras que su secuela en 2011 fue derrotada por Rango. Pero Po no se rinde.

Pese a su ligereza anecdótica, no deja de sorprender la consistencia de la serie. Una trilogía que se complementa en esta nueva entrega con exuberante arrebato visual, agudo ingenio y –por supuesto– un panda con gran corazón.

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autor Cinéfilo incorregible. Coleccionista de juguetes de películas. Fundador y conductor de @CinemaNET. Colaborador en Efekto Noticias y Filmmen. Escribe en Cine PREMIERE desde el 2002.
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