Un día para sobrevivir
La actuación de Liam Neeson resulta lo más honesto de la película.
Probablemente es la presencia de Liam Neeson en el protagónico, lo que le ha dado a Un día para sobrevivir buena aceptación por parte del público estadounidense, tanto en crítica como en taquilla. Es natural pensar en eso gracias a la capacidad actoral de la que goza quien hace algunos años salvara a miles de judíos en La lista de Schindler.
Sería entonces injusto pensar en la pobre recepción que habría tenido Un día para sobrevivir de haber sido protagonizada por Bradley Cooper, la primera opción que tenía su director Joe Carnahan (Brigada A – Los magníficos, 2009) y es que el principal punto débil de la cinta de supervivencia son los momentos donde se detiene toda acción y los hombres comienzan a filosofar, lado que no le conocemos a Cooper y que habría resultado, quizás, más risible que sincero.
La historia es sencilla: un avión se estrella en Alaska donde sobreviven 7 excavadores petroleros, pero el lugar donde caen es territorio de lobos salvajes que tienen nuevas presas para devorar y ahí es donde entra la experiencia de Liam Neeson como cazador.
De ahí no hay mucho terreno que pretenda cubrir Carnahan y Neeson, la historia de sobrevivencia ante el inminente encuentro con la muerte, es el camino que eligieron. El resto del reparto no aporta muchos elementos enriquecedores, pues nos preocupamos muy poco cuando ocurren las muertes a mano –o en este caso hocico– de los lobos o la naturaleza misma.
El papel del que fuera alguna vez el maestro de Obi-Wan Kenobi, resulta lo más honesto que tiene la película junto con los paisajes desoladores de Alaska.
Es así que Un día para sobrevivir juega con las metáforas acerca de la vida y la muerte, de la aceptación de esta última en un momento de paz, a pesar de lo agresivo que se pueda tornar su ambiente.
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Sergio López Aguirre Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.
