¡Piratas! Una loca aventura

Cuenta la leyenda que hace unos 15 años, Aardman (la casa detrás de Wallace & Gromit) intentó levantar este proyecto, pero naufragó porque “a nadie le gustaban los piratas”, dice Peter Lord. Tuvo que pasar todo ese tiempo (y una cierta saga de bucaneros que los puso de moda), para que el estudio pudiera realizar su épica sobre un capitán echado a menos que quiere ser nombrado “Pirata del año”. La aventura es complementada por un elenco de peculiares tripulantes, entre los cuales está una versión ficcionionalizada de Darwin, quien aquí es un joven igualmente obsesionado con el reconocimiento, y la antagonista, la reina Victoria.

Aun con su presupuesto de $60 mdd y más de 340 figuras de látex en acción, es claro que la ambición del estudio británico está enfocada hacia un sólo lugar: servir a la historia. Los objetivos son claros y las motivaciones de cada uno (desde los secundarios hasta los protagonistas), están perfectamente delineadas.

El filme es divertido, sólido y cuenta con una de las cualidades más importantes para una cinta así: toma a su público, niños o no, en serio. No les habla como tontos, no está lleno de chistes fáciles de gente golpeándose contra los muebles, y cuenta una historia entrañable de ambición y redención.

Cualquiera que sepa lo mínimo sobre animación stop motion sabe que pocas cosas requieren tanta paciencia, y aquí, sumado el tiempo de producción y la década y media en que estuvo en el tintero, es muy claro que vale la pena esperar por ese gran botín.

¿Quieres ser un emprendedor o emprendedora?
Conoce Emprendedor.com el mejor contenido de Ideas de Negocio, Startups, Franquicias, e Inspiración, síguenos y proyecta lo que eres.

J. Ivan Morales Escritor, director de cine y director editorial en ésta, su amigable vecina publicación de cine, Cine PREMIERE. Nunca perderá la esperanza de una segunda temporada de Studio 60 on the Sunset Strip y Firefly.