Aimee Mann, chips and beer
Viernes por la tarde. Como el cibernauta avispado lo sabrá, Cine PREMIERE acaba de lanzar un espacio, éste, en el ciberespacio. La semana me dejó literalmente soñando con códigos, pixeles, servidores. Llego a casa y pongo el iPod en shuffle, al tiempo que abro una Heineken. De las bocinas, una voz que me recuerda a […]
Viernes por la tarde. Como el cibernauta avispado lo sabrá, Cine PREMIERE acaba de lanzar un espacio, éste, en el ciberespacio. La semana me dejó literalmente soñando con códigos, pixeles, servidores. Llego a casa y pongo el iPod en shuffle, al tiempo que abro una Heineken. De las bocinas, una voz que me recuerda a mis días de universidad, cuando discutía, como todo cinéfilo adolescente y medio intelectualoide, sobre Goddard and whatnot. La voz: Aimee Mann. La rola: It’s not gonna stop…. de Magnolia, una de las películas que guardo, atesoro en mi mausoleo de las mejores cintas jamás filmadas. No hay más qué decir. Abro una bolsa de esas papas orgánicas que le gustan a G, le doy un sorbo a mi cerveza, me recuesto en el piso y dejo que Aimee inunde no sólo mis oídos, sino mi existencia misma. Les dejo este regalito:
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