Bah…El Ariel

Me resultó bastante jocoso el cacareo que hubo de algunos, que protestaban por la exclusión del churrito bonitero Arráncamela, vida de las categorías principales del Ariel. Que si la habían mandado al Oscar en la categoría de Mejor Película en Lengua Extranjera, habiéndose quedado a un paso de la nominación, y a la mera hora ¡oh sacrilegio! la Academia Mexicana la dejaba fuera de la terna a Mejor Película. La verdad es que la Academia se vio bien. Le entró con todo al juego del Oscar, al mandar un churrazo apantallante y lucidor, como le gusta a la Academia hollywoodense (algo que Ed Gonzalez brillantemente se referiría como la "walmartización" del mercado fílmico de cintas extranjeras) pero al momento de entregar sus propios premios le cayó el veinte de que había unas cintas mejores que debían ser reconocidas. Una de ellas, Intimidades de Shakespeare y Víctor Hugo, es, para quién esto escribe, una de las mejores películas mexicanas de la década.

El asunto se tornó aun más picaresco con la siguiente nota, que también pregonaba que había sido extraño que dejaran fuera de Mejor Película a una cochinada marca Rudo y Cursi.

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