Berlinale 2017 – Lo nuevo de Alex de Iglesia
El español Alex de la Iglesia presentó nueva cinta y la película de Aki Kaurismäki se perfila como favorita.
El bar, una comedia terrorífica
Fuera de concurso el director español Álex de la Iglesia presentó su filme más reciente, El bar. Protagonizada por un manojo de rostros bien conocidos en España, entre ellos los de las actrices Blanca Suárez (La piel que habito) y Carmen Machi (Ocho apellidos vascos) la película lleva impreso por todos lados el peculiar sello del director bilbaíno. Al inicio de la cinta, y de manera trepidante, observamos a varios civiles que, a partir de una sucesión de eventos extrañísimos, se ven obligados a quedarse encerrados dentro de una fonda. A partir de allí la cosa se torna un poco delirante, pues afloran aspectos oscuros de su personalidad que de alguna manera anuncian que allí las cosas no pueden acabar bien. Si bien, y pese a poseer rasgos inequívocos de las survival movies o de las películas de desastres, de la Iglesia no se olvida de imprimir una considerable dosis de comedia a través de los diálogos y situaciones absurdas. Tal y como él lo mencionó en la rueda de prensa brindada tras la proyección: “siento que todo lo que nos rodea es terrorífico, y que lo único que nos saca de eso es el humor”.
Con esa misma sinceridad, aseguró que la inspiración para la idea esta película –para él ligada a otros títulos suyos como El día de la bestia o La comunidad, a las que llamó “comedias de terror”– surgió de varios sitios distintos: “sufro de una mentalidad muy ecléctica. Me influyen más las películas malas que las buenas. Me han influido Buñuel, cuyas películas he visto hasta más de 40 veces, pero también he visto mucho de John Carpenter. Tanto La cosa, como Asalto al precinto 13 o Escape de Nueva York son películas de gente encerrada”.
¿Oso de Oro para Finlandia?
No han sido pocas las veces en las que, por las razones que sean, la cinta favorita entre los críticos de los medios se queda sin el mayor premio que concede la Berlinale. Ojalá y no sea el caso de Toivon Tuolla Poulen cuyo título traducido al español sería algo así como El otro lado de la esperanza. Precisamente la esperanza es uno de los componentes principales de esta envolvente historia que, para empezar, reafirma a Kaurismäki como el cineasta vivo más importante de Finlandia. En ella se cuenta la vida de dos personajes: un vendedor que acaba de separarse de su mujer y un refugiado sirio que viene escapando de los horrores de la guerra y que ha perdido a su hermana durante el camino hacia Europa. Como es de esperarse, ambas historias se entrelazan en cierto momento del metraje y de esa colisión poco a poco se arma la parte climática de la cinta. Sin embargo, y pese a tratarse de un encuentro cantado, el director finlandés logra mantener el elemento sorpresa en todo momento con sencillez y soltura exquisitas, como si crear ese tipo de armado en sus películas fuera para él algo tan obligado y coloquial como disfrutar de una buena sauna en invierno. Además, se da el lujo de cambiar de registro –hay espacio para la risa, el llanto, el suspenso– sin que las fichas de dominó se le desparramen sobre la mesa y encima, y a manera de contrapunto, agrega unas secuencias musicales protagonizadas por rockanroleros sexagenarios que son una maravilla. Pero bueno, ¿qué más vamos a decir? Después de todo, se trata de Kaurismäki, al que hay que ver mucho. Al que hay que ver siempre.
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Carlos Jesús González Carlos Jesús (aka Chuy) es escritor y periodista freelance. Desde 2006 radica en Berlín, desde donde colabora para distintos medios. Sus pasiones son su familia, la cerveza, escribir relatos y el cine de los setenta.
