Cannes ruega a Netflix que estrene la cinta de Alfonso Cuarón

El festival de Cannes sigue luchando para que Roma, la más reciente película de Alfonso Cuarón, sea parte de la competencia por la Palma de Oro. Tras la confirmación de Ted Sarandos –jefe de contenido de Netflix– de que ninguna película del gigante de streaming viajaría a la Costa Azul, el director del encuentro cinematográfico, Thierry Frémaux, se esfuerza por conseguir una excepción para la cinta del mexicano: «Los dos tenemos un problema», le dijo recientemente a IndieWire. «Netflix tiene un modelo económico que no quiere cambiar y Francia tiene esta regla que dice que las películas deben ser estrenadas en cines. El año pasado vinieron pero se rehusaron a estrenarlas así. Este año, dijimos: ‘Cuidado, porque ahora está esta regla’. Ellos pudieron haber dicho: ‘No hay problema, iremos fuera de competencia’ o ‘para la película de Cuarón haremos una excepción y aceptaremos darle un estreno en salas en cines’. Me hubiera encantado eso y seguiré rogándoles para que lo hagan. Serían considerados unos héroes».

El pasado 12 de abril, el festival dio a conocer su selección oficial, con la que se comprobó la ausencia de Roma, así como de otras producciones de Netflix que se creía serían parte del programa, incluyendo el nuevo filme de Paul  Greengrass, Norway, y la obra perdida de Orson Welles que recién se ha completado: The Other Side of The Wind.

En 2017, el servicio de streaming asistió por primera vez al prestigioso festival con dos producciones: Okja de Bong Joon-ho, y The Meyerowitz Stories, de Noah Baumbach. Su presencia fue polémica, después de que el presidente del jurado, Pedro Almodóvar, expresara su descontento por el hecho de tener dos películas  compitiendo por la Palma de Oro que no se estrenarían en cines. La tensión aumentó cuando el festival confirmó una nueva regla, que prohíbe la entrada a la competencia a películas que no se estrenen en cines franceses. De acuerdo con la ley en Francia, las cintas no pueden estrenarse en servicios de streaming sino hasta después de 36 meses (3 años) de haber sido proyectadas en cines. Netflix se niega a darles una corrida en salas francesas, a fin de poder evadir esa regulación y hacerlo en su servicio de streaming de ese país. «El año pasado, cuando seleccionamos dos de sus películas, pensé que podía convencerlos de estrenarlas en cines. Fui presuntuoso: ellos se rehusaron», le dijo Frémaux a la revista francesa Le Film Francais.

La regla de Cannes sólo prohíbe a las películas de Netflix ser parte de la competencia. En teoría, el servicio de streaming podría ser parte del festival en los programas fuera de ésta. Sin embargo, Netflix ha preferido no asistir, según le dijo Ted Sarandos a Variety, en parte para no exponer a sus producciones a un ambiente adverso (el año pasado, debido a la polémica, su logo fue abucheado en algunas proyecciones). «Hay un riesgo en que vayamos de esta forma y de que nuestras películas y cineastas sean tratados irrespetuosamente en el festival. Ellos han establecido el tono. No creo que sea bueno para nosotros estar ahí».

Asimismo, Sarandos afirmó que las visiones del cine de ambas partes son distintas: «Amamos la experiencia para nuestros cineastas y talento. Es solo que el festival ha decidido celebrar la forma de distribución en lugar de celebrar el arte cinematográfico (…) El año pasado estuvimos juntos celebrando el arte del cine. La divergencia se encuentra en esa determinación de definir el arte mediante el modelo de negocio. En ese sentido, sí, hemos divergido».

Thierry Frémaux, por su parte, les pide que reconsideren: «Les pido que acepten la regla. Ellos pasan docenas de películas en Netflix cada año. ¿No podrían estrenar solo una en Francia para que pueda venir a Cannes? Si vas a China, te enfrentas a la censura. No puedes mostrar lo que sea ahí. Cada país tiene sus cosas específicas. La particularidad de Francia es que le pide a Cannes que solo ponga películas en competencia que tengan estrenos aquí. La consecuencia de la cronología significa que sale [en streaming] tres años después. Sí, es absurdo. En lo personal creo que es tiempo de cambiar, pero por ahora, es donde estamos».

Hasta el momento, Alfonso Cuarón no se ha pronunciado al respecto, aunque sí ha expresado su opinión anteriormente sobre las nuevas tecnologías y las nuevas plataformas. Recientemente, el cineasta mexicano le dijo a la revista Gatopardo que se sentía confiado en la mutación del cine:

«Hay una generación de jóvenes que son más inteligentes que los oficios y eso es lo fantástico. Antes tenías un par de lugares de donde obtenías tu información y sólo se limitaba a lo que era bueno y lo que era malo. Ahora se ha abierto y eso es porque la diferencia generacional, esa transición entre lo análogo y lo digital, no sólo es la forma en cómo haces las películas, también afecta en la forma en cómo se presentan en plataformas y cómo se perciben de generación en generación. Es muy emocionante lo que está pasando: estamos experimentando por primera vez, en tal vez cien años, algo nuevo. La primera generación en la humanidad que ha nacido con un nuevo set de herramientas y eso no había pasado desde la Revolución de Copérnico… Últimamente me había sentido triste por el futuro del cine, hasta que me di cuenta de que éste va a prevalecer pero va a mutar. Al final del siglo XIX, todos los paisajes o retratos de personas junto a una ventana dejaron de ser relevantes y eso fue bueno, porque la pintura no desapareció, mutó, evolucionó y se volvió más interesante, al menos relativamente del lugar donde se había estancado. Estamos en una época de transición y eso es muy interesante”.

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Jessica Oliva Periodista, editora en Cine PREMIERE y bailarina frustrada en sus ratos libres. Gustosa del cine, la literatura, el tango, los datos inútiles y de la oportunidad de desvelarse haciendo lo que sea.