Casey Affleck brilla en el FICM 2016

Durante el segundo día del FICM 2016, un favorito al Oscar 2017 se robó los reflectores: Casey Affleck. El actor estadounidense, hermano de Ben Affleck –y quien de hecho protagonizó el debut directorial de éste, Desapareció una noche (2007)– visitó la capital de Michoacán para presentar personalmente Manchester by the Sea, la cinta que podría valerle esa codiciada estatuilla a Mejor actor, y que ha hecho aún más evidente y masivo lo que la crítica intuía desde 2007, cuando fue nominado al premio de la Academia por su aparición en El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford: que es “un gigante” de la actuación. El dolor inexpresable que deja la muerte, la enajenación que ésta provoca, la pregunta de si es posible seguir adelante después de una tragedia, aceptando de cierta forma la inercia de la vida, son algunos de los temas alrededor de los cuales gira la cinta, dirigida y escrita por Kenneth Lonergan (Margaret).

“Kenneth es uno de mis directores favoritos”, dijo el actor en conferencia de prensa. “Hice una obra con él y creo que escribe de una forma en que me suena a personas que conozco, muy realista y conmovedor.  Parecería que los personajes están hablando de cosas mundanas, como la comida, o ir al cine, por lo que se siente que no está pasando nada, pero al final es muy conmovedor. Entonces, tiene la capacidad de contarte una historia, sin que estés muy consciente de ello”.

Durante su paso por el festival –que además de la conferencia incluyó la develación de una butaca con su nombre, y la presentación de la cinta ante una sala llena–, Affleck insistió frecuentemente en practicar y ponerse a prueba en el uso del español. Constantemente pedía a periodistas que le hablaran en este idioma, el cual formó parte de su infancia. “Cuando tenía 10 años viví aquí por un año con mi mamá, quien enseñaba aquí. Viajamos  por todo México: Oaxaca, Cuernavaca, la Ciudad de México. Tengo grandes recuerdos de haber vivido aquí, así que México es muy cercano en mi corazón. Fue parte de mi niñez”.

A sus 40 años y a diferencia de su hermano, Casey ha protagonizado una carrera de más bajo perfil, caracterizada por papeles secundarios memorables, que le han valido el reconocimiento de la industria, roles en cintas pequeñas y por una que otra incursión en un blockbuster. Al respecto, el actor admitió no sentirse orgulloso de muchas de ellas (aunque se rehúso a nombrar cuáles), pero también reveló su postura ante el llamado Oscar buzz: “No les voy a mentir, se siente lindo. He hecho muchas películas que a las personas nos les han gustado y otras que no se han visto ni siquiera mucho. Así que el hecho de estar en una película que la gente esté viendo y que les esté gustando es increíble. Pero el asunto de los premios es complicado, porque es algo que no me importa y que quiero que siga sin importarme. Quiero disfrutar mi trabajo y no preocuparme por quién va a tener un premio o no. Hay muchas películas e interpretaciones de personas que me encantan y que nunca fueron premiados. Así que no lo tomo muy en serio. Sin embargo, por otro lado, la Academia es una gran comunidad de personas, y los respeto, así que cuando te seleccionan para decirte que has hecho un buen trabajo, pues es un honor”.

Manchester by the Sea –que cuenta la historia de un hombre que debe cuidar de su sobrino tras los etsragos de la muerte– se ha convertido en una favorita dentro del circuito de festivales; sin embargo, tuvo que pasar por las mismas visicitudes que cualquier película independiente: no había mucho dinero, ni mucho tiempo para filmarla. «Teníamos una hora para hacer una escena. Y a veces nos faltaba el tiempo, así que no había tiempo para filmar un desde varios encuadres. Por eso hay escenas en las que sólo se ve una perspectiva de un personaje. Hubo un momento en el que pensé: esta cinta no va a funcionar, no se puede hacer una película de esta forma. Y claro que puedes, no es la parte más importante. Es la historia la que cuenta. Hubo muchas discusiones sobre cuánto tiempo se debía gastar o cuánto dinero: sobre si íbamos a hacer la mejor película que podíamos hacer o si íbamos a seguir el tiempo e irnos a nuestras casas en el horario prometido y ya». Sin embargo, Affleck destacó que la cinta es lo que es porque se concentró en lo que debe ser: el trabajo actoral y la magia no de los efectos visuales, sino de la relación de un intérprete con el otro.

La frustración de la cartelera actual

El actor también confesó que no asiste usualmente al cine por las propuestas poco innovadoras que llenan la cartelera. “Sí es frustrante y no voy al cine por eso. Encuentro cosas interesantes en DVD, en la televisión. Son formulaicas, predecibles, diseñadas para ser como otra película que ganó mucho dinero, ésa es la idea principal. Pero creo que siempre ha existido algo de eso en Hollywood, y no pienso dejar que me quite el sueño. Creo que siempre hay forma de que una voz que encuentre su forma de salir a la luz, ya sea con un iphone, o escribir un guion tan bueno que las personas no pueden ignorarlo. Tengo esperanza. He visto en los últimos años que el cine independiente ha sido bastante celebrado, aunque no generen tanto dinero”.

(Fotos: Eduardo Islas / Cine PREMIERE)

¿Quieres ser un emprendedor o emprendedora?
Conoce Emprendedor.com el mejor contenido de Ideas de Negocio, Startups, Franquicias, e Inspiración, síguenos y proyecta lo que eres.

Jessica Oliva Periodista, editora en Cine PREMIERE y bailarina frustrada en sus ratos libres. Gustosa del cine, la literatura, el tango, los datos inútiles y de la oportunidad de desvelarse haciendo lo que sea.