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Cine

El pasajero (The Commuter) – Crítica

22-01-2018, 12:39:55 PM Por:
El pasajero (The Commuter) – Crítica

Una película de acción que cumple con su función de entretener.

Cine PREMIERE: 2.5
Usuarios: 4
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A veces basta con que las películas de acción tengan acción. No importa que también tengan notables inconsistencias de guion o que el MacGuffin aparezca con tan poco encanto que más valía haberlo dejado perdido. El pasajero, de Jaume Collet-Serra (Miedo profundo, La huérfana), es una de esas películas. La acción prácticamente ocurre durante todos sus 105 minutos de duración, tiene secuencias bien ejecutadas e incluso emotivas y hasta maneja ciertos momentos de tensión que ayudan a que el espectador se mantenga atento a este vehículo de entretenimiento palomero cuya historia no resiste que se le piense con la cabeza fría.

El guion de Byron Willinger, Philip de Blasi y Ryan Engle es enclenque, pero Collet-Serra se las arregla para sacarlo a flote apoyado en el protagonismo de Liam Neeson, este actor irlandés de 65 años que se ha convertido en un héroe de acción otoñal y a quien el cineasta español ha dirigido en Non Stop: Sin escalas (2014) y Una noche para sobrevivir (2015), otras historias en las que como en esta que nos ocupa su personaje tiene el tiempo limitado para salvar la vida y la de otros.

En El pasajero, Neeson interpreta a Michael McCauley, un vendedor de seguros que diariamente hace el viaje en tren para trasladarse desde los suburbios a su trabajo en la ciudad de Nueva York (un atractivo prólogo muestra esta rutina con diferentes climas y situaciones). Enfrenta varios gastos importantes cuando es despedido luego de diez años de prestar sus servicios. Ese mismo día se encuentra en un bar con Alex Murphy (Patrick Wilson), su excompañero en la policía, su trabajo anterior. En su viaje de vuelta en el tren es abordado por una misteriosa mujer que dice llamarse Joana (Vera Farmiga) y quien le plantea una situación “hipotética” para que encuentre a una persona que buscan sus jefes; alguien que lleva un bolso con algo que quieren. El pago por señalarla es cuantioso, pero la información casi nula (se hace llamar Prynne y no saben de qué género es, aunque tanta atención a las lecturas de clásicos literarios de Michael despierta las suposiciones) y el tiempo, muy limitado. Pero la situación termina por no ser hipotética y acaba complicándose cuando su familia parece correr peligro.

Michael entonces se lanza a su búsqueda implacable del MacGuffin, el pasajero que trata de localizar debe hacer un viaje sin escalas y solo tienen esa noche para sobrevivir. Habrá peleas entre los vagones y dentro de ellos, Michael aguantará golpes mecos y él mismo propinará otros tantos, se esconderá y se propondrá salvar a lo que en algún momento llama la clase trabajadora americana.

Más allá de que con un simple cuestionamiento serio al guion jamás hubiera habido película, Collet-Serra se las arregla para hacer breves comentarios sociales: sobre el desempleo, la vejez, las oportunidades, la indiferencia, la conveniencia, la traición, las indemnizaciones y la economía voraz. Todo tan como si nada que podría resbalarse. Y es que nunca olvida que está haciendo una película de acción con el único objetivo de que sea entretenida. Y lo consigue, aunque únicamente la recordaremos cuando nos la topemos un domingo de zapping.

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autor Nadie quiere acompañarlo al cine porque come palomitas hasta por los oídos e incluso remoja los dedos en el extraqueso de los nachos. Le emocionan las películas de Stallone y no puede guardar silencio en la sala a oscuras. Si alguien le dice algo, él simplemente replica: "stupid white man".
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