Buscador
Ver el sitio sin publicidad Suscríbete a la revista
Cine

El placer es mío

02-12-2016, 6:04:46 PM Por:
El placer es mío

El nuevo filme de la directora Elisa Miller es una pieza sobre las relaciones de pareja que, a ritmo pausado, tiene mucho qué decir.

Cine PREMIERE: 3
Usuarios: 4
Votar ahora:

Elisa Miller imprime a su tercer largometraje, segundo de ellos de ficción, un ritmo pausado para hablar de las relaciones de pareja. Rita (Edwarda Gurrola) y Mateo (Fausto Alzati) se mudan a una solitaria y deshabitada casa de campo de los padres de él ubicada en Huitzilac, Morelos. Han decidido quitarse las amarras y vivir de forma autosustentable pero sin abandonar sus sueños. Él se obsesiona en arreglar un destartalado automóvil que está en el garaje, mientras ella intenta trabajar sus diseños en una habitación acondicionada como taller.

Con la fotografía de Matías Penachino, quien como cineasta ha realizado cortos sobre skate, comerciales y videos musicales para bandas de renombre, y tiene un par de filmes sobre la condición humana, Elisa Miller hizo una buena mancuerna para crear atmósferas en tonos grisáceos que permiten mostrar cómo el tedio y la rutina van aumentando las fisuras entre sus personajes. Los mostrados en El placer es mío están cargados de incómodos silencios, de preguntas sin respuestas, de crisis existencial, de lascivia, de violencia contenida, de engaños y mentiras, de celos y disputas. Todo, eso sí, con una mirada que no se regodea en el melodrama.

La casona a la que llega la pareja acentúa el sentimiento de desolación y abandono que habita en los personajes, en especial el de Rita, en quien Miller y su coguionista Gabriela Vidal han puesto mayor énfasis. Es, de hecho, de quien podemos ver claramente el paulatino desmoronamiento pero también, la mayor capacidad de cambio. Los cuartos dejados de sí, el bosque que rodea la casa, la bruma y el viento subrayan la pesadez que emana de los personajes (pesadez que se transmite al espectador). Es como si las condiciones externas fueran un reflejo de lo que ocurre en su interior pero no son capaces, o no quieren, externar.

Y si bien las fisuras eran evidentes desde el principio, desde aquella escena llena de deseo y cierta ternura de la que se ha tomado el fotograma para el póster promocional, éstas se acentúan con la repentina llegada de Alexis (Camila Sodi), la guapa prima de Mateo, y su hija. La convivencia, si es que la había, termina rompiéndose, pues Alexis quiebra el finísimo hilo que aún había entre Mateo y Rita, dos figuras solitarias que terminan aislándose a pesar de seguir conviviendo juntos.

El placer es mío es repetitiva porque así es la vida cotidiana. Tiene un ritmo lento porque aparentemente no pasa nada (aunque en realidad pasa mucho). Y muestra penes al desnudo no porque quiera polemizar o provocar, sino porque un acto sexual involucra la mayoría de las veces a dos personas desnudas, en este caso un hombre y una mujer, que antes, durante y después se quedan en pelotas como parte de su propia convivencia.

La alusión en el título a esa muestra de cordialidad que se le hace notar a alguien recién conocido es un apunte irónico de Elisa Miller. A cada quien corresponderá encontrarle el sentido que más le acomode.

¿Quieres ser un emprendedor o emprendedora?
Conoce Emprendedor.com el mejor contenido de Ideas de Negocio, Startups, Franquicias, e Inspiración, síguenos y proyecta lo que eres.

autor Nadie quiere acompañarlo al cine porque come palomitas hasta por los oídos e incluso remoja los dedos en el extraqueso de los nachos. Le emocionan las películas de Stallone y no puede guardar silencio en la sala a oscuras. Si alguien le dice algo, él simplemente replica: "stupid white man".
Comentarios