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Cine

El porvenir – Tour de Cine Francés

13-09-2016, 7:09:18 PM Por:
El porvenir – Tour de Cine Francés

El porvenir es un filme íntimo con una gran reflexión sobre la felicidad y la realización personal.

Cine PREMIERE: 4
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«A las mujeres después de los 40 quieren tirarlas a la basura». La grandísima Isabelle Huppert dice este diálogo en El porvenir después de que su marido le confiesa que conoció a alguien más y pone así punto final a un matrimonio de más de dos décadas. Para Natalie (Huppert) atrás quedaron esas vacaciones familiares cerca de la tumba del escritor romanticista François-René de Chateaubriand. Es una pena, pues esta protagonista es una amante de la alta cultura, ávida lectora y maestra de filosofía que enseña las ideas de Rousseau a un interesado salón de clases que asiste siempre y cuando los huelguistas de afuera los dejen pasar. Esos radicales se manifiestan por una pensión digna y no entienden cómo hay gente que no piensa igual que ellos. 

Como bola de nieve en crecimiento, los problemas de esta mujer se potencian. Primero, su esposo la deja, su hipocondriaca madre la mete en aprietos con frecuencia y demanda su presencia intempestivamente (a veces incluso llama a los bomberos como si quisiera subirle un volumen a su grito de auxilio) y la editorial que publica sus libros no le tiene buenas noticias. Pese a tanto sinsabor, este proyecto de Mia Hansen-Løve no abusa de la tragedia ni tampoco se deja llevar por la tentación del melodrama. Su estilo es intimista, mesurado, contenido, tanto en la puesta a través de sutiles movimientos de cámara como en el desenvolvimiento narrativo. Gracias a que estas situaciones melodramáticas no se exceden en el tono, nos seducen para seguir mirando un disfrutable y reflexivo drama. 

La ganadora del Oso de Plata en la Berlinale incluso extiende una invitación para que el público aproveche algunos momentos de reflexión interna tal como lo hace Natalie. Huppert la interpreta de un modo alegre y alejada del patetismo. Es una mujer que acepta su destino e intenta compaginar las ideas que pregona en la aula o lee en sus trayectos rutinarios con su forma de vida. Ya no es la comunista que fue en su juventud, sino que busca que las ideas de Rousseau, Emmanuel Lévinas, Günther Anders y otros filósofos impregnen su vida aburguesada en la que el tiempo viendo el cine de Abbad Kiarostami (Copia fiel, con Juliette Binoche; una grande del cine le rinde homenaje a otra leyenda de la actuación).

Madre de dos, Natalie también tiene un protegido joven, un exalumno convertido en colega con quien sostiene disertaciones filosóficas sobre el radicalismo, la anarquía, el terrorismo, etcétera, ya sea en el campo donde lo visita o en París. Fabien (Roman Kolinka) la cuestiona constantemente sobre su postura y representa el camino bohemio y revolucionario que Natalie dejó atrás. De hecho, la relación de este par parece progresar y mientras avanza el rodaje se desarrolla una evidente tensión sexual, la cual es capturada con sutileza por la cámara de Hansen-Løve, que se sumerge en la historia sin hacer grandes aspavientos. La maestría de la directora (una de las dos cineastas que forman parte del 20 Tour de Cine Francés) y su actriz radica en contar las tragedias cotidianas sin exageraciones, de forma sencilla, medio estoica y evitando que la vida se derrumbe como un castillo de naipes. 

El porvenir le apuesta al futuro de una mujer cómoda en su propia piel y que finalmente encuentra la libertad anhelada para pasar tiempo con su verdadero amor: los libros. No debe lidiar más con deberes de esposa ni de hija. Para este propósito, la directora y guionista construye un filme en donde la clave descansa en los diálogos. Huye de la acción y sus puntos de inflexión ocurren en un nivel emocional. Estos diálogos son profundos y están sujetos a inquietudes filosóficas; de hecho, las preocupaciones de la protagonista son completamente intelectuales y existenciales. La moraleja de semejante intimista propuesta es que la felicidad puede encontrarse en los pequeños detalles, en la realización personal y al estar conforme con el rol social que se juega (tanto profesional como personalmente). Un must para aprender cómo se acepta la fatalidad con aplomo.

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autor No soy la Madre de los Dragones, pero sí de @Enlabutaca; desde ahí y en Cine PREMIERE estoy en contacto con las buenas historias. Melómana, seriéfila, cinéfila, profesora universitaria, y amante de las bellas artes. Algún día escribiré una novela de ciencia ficción. ¡Unagui!
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