Episodes: el mejor programa que tal vez no hayas visto. How you doin?

Tengo un gusto particular por las películas y series de televisión que se ríen de los tejemanejes de la industria desde adentro. Las que, bajo la protección de los HBO, Showtime o Sonys del mundo lanzan certeros ganchitos al hígado de los poderosos de Hollywood. Soy fan de Entourage y su burla a la fama; de esa magnífica cinta de Robert Altman titulada The Player; de Adaptation (me niego a llamarla El ladrón de orquídeas) de la dupla Kauffman/Jonze. Me imagino a los ejecutivos riéndose en sus amplios sillones de piel, con su botellita de agua Fiji en la mano y el hígado hecho añicos. "Este cabrón se está burlando de mí", pensarán, "¡Y le estoy pagando una fortuna por hacerlo!". Episodes, una reciente producción de Showtime de apenas siete capítulos cortos, se une a esta lista. Creada por David Crane y Jeffrey Klarik, Episodes es una comedia deliciosa, armada con minucia y paciencia de relojero, sobre dos escritores ingleses cuya serie es comprada por una cadena norteamericana… y, claro, la adaptarán (me imagino los berrinches que ha de haber hecho Ricky Gervais cuando comenzaron las juntas de preproducción de The Office).

Pues la pareja llega a Hollywood y las diferencias culturales comienza a hacerse evidentes. Ellos aman a su pequeño programa sobre un internado, pero pronto descubren que en Los Ángeles no manda el arte y el buen gusto, sino el gusto masivo y los ratings. Todo es simulacro, sonrisas fingidas e inseguridad. El estudio los obliga a contratar a Matt LeBlanc, sí, Joey de Friends, como el protagonista.

Y es aquí donde la cosa se pone buena: interpretando a una versión ficticia de sí mismo, LeBlanc (quien muy merecidamente se llevó el Globo de Oro por este papel) es un dechado de capacidad cómica. Es divertido escuchar a Joey (porque esta versión de Matt tiene mucho de Joey, lo que nos lleva a reflexionar qué tanto modifica la personalidad el interpretar un papel por tantos años) decir fuck y cunt y shit y ser un tipo sin remedio, hundido en el cómodo infiernillo de la fama y los bares y los jets privados. Y la manera en que dos escritores de la BBC lidian con el jefe del estudio y los eventos en que todos se alaban cuando en realidad se detestan y, en fin, la banalidad que funciona como la moneda de cambio en la industria. Si no la han visto, veánla urgentemente. Es mejor que cualquiera de las sitcoms nuevas.

Dejemos que los productores ejecutivos nos cuenten del programa:

Y bueno, un pedacito del primer capítulo (pero no le digan a nadie).

Por cierto, síganme los buenos: @cesar_pescado

¿Quieres ser un emprendedor o emprendedora?
Conoce Emprendedor.com el mejor contenido de Ideas de Negocio, Startups, Franquicias, e Inspiración, síguenos y proyecta lo que eres.

Staff Cine PREMIERE Este texto fue ideado, creado y desarrollado al mismo tiempo por un equipo de expertos trabajando en armonía. Todos juntos. Una letra cada uno.