Final Fantasy XIV: Dad of Light – Crítica de la serie Netflix

Traducido literalmente “Daddy of Light” en algunas regiones del mundo, la miniserie Final Fantasy XIV: Dad of Light finalmente llegó a Netflix, tomando a varios por sorpresa, aunque lamentablemente a muchos con la “guardia arriba”, tras la catástrofe que resultó la adaptación de Death Note. Pero hay buenas noticias: El Papá de la Luz sí es una buena “dramedia”.

La historia se centra en el joven adulto Akio y su padre Hakutaro. Cuando era niño, Akio disfrutaba de un hobbie común con su papá: la saga de videojuegos Final Fantasy. Lamentablemente, el ritmo de trabajo y la personalidad cerrada de su papá crean una enorme brecha años adelante, y Akio se pone como misión abrir de nuevo el corazón de su padre haciéndose amigo desde el MMORPG Final Fantasy XIV… ¡donde su avatar es una hermosa chica!

Para la mayoría de los usuarios de Netflix, Dad of Light será un gusto adquirido. Y es curioso, porque es evidente que se trata de un enorme pero bien intencionado anuncio comercial para atraer a curiosos al fascinante mundo del MMORPG de FF14. Pero termina centrándose en el nicho gamer, brindando a los adeptos a la cultura japonesa una entretenida y emocional ventana a la forma en la que un homónimo oriental ve la vida y resuelve (?) los problemas.

Aunque Dad of Light cuenta con buenas actuaciones en general, hay un par de episodios y arcos que exageran en comedia –incluso para estándares nipones– pero al final sazonan bien la historia en general. Habríamos preferido un octavo episodio con un final más emotivo y concluyente, pero queda claro que Square Enix y Netflix prefirieron dejar un final abierto, con esperanzas a una segunda temporada. Eso sí, lamentamos que no se concretara el romance del atolondrado Akio con Yoko, interpretada por la preciosa actriz Fumika Baba (usen Google, ¡oh sí!).

Los 7 episodios se desarrollan bien –así es: la historia concluye en el 7 y el octavo no tiene casi anda que ver– y equilibran momentos de comedia, reencuentro familiar y hasta valores de amistad con toques de romance. La producción fue muy cuidadosa en dar cierto toque “amarillista” a la relación de dos personajes dentro del videojuego que resultan ser padre e hijo, pero les podemos asegurar que no hay nada inapropiado para audiencias menores.

El recurso de usar machinima (secuencias de videojuego en tiempo real para apoyar narrativa) es una excelente idea, aunque algunos encontrarán “desfasadas” las secuencias live-action con las interactivas, pese a que la calidad visual del videojuego es buena. Gusto adquirido, nuevamente.

Recomendable, incluso si no conoces Final Fantasy o los videojuegos. Habrá cosas extrañas y quizás quieras pensar en 7 episodios, sin contar ese extraño epílogo/side story (es como una de esas misiones secundarias que no te dejan nada, cuando estás vagando en un RPG).

Lo que sí les dejamos claro –porque seguramente despertará su curiosidad– es que Final Fantasy XIV: A Realm Reborn– es un grandioso videojuego RPG en línea. Pronto les ofreceremos una review, para que se terminen de convencer, y Dad of Light cumpla al 100% su intención… guerreros de luz.

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Julio Vélez Colaborador en web y revista Cine PREMIERE desde 2006. Me especializo en anime/manga, comics, doblaje, tecnología y videojuegos. Mis sagas favoritas: Doctor Who, Star Trek, Dragon Ball y Star Wars. Batimaníaco, geek ochentero y hardcore gamer.