Guardianes – Crítica
La apuesta rusa de superhéroes, Guardianes, se queda en un primer boceto de lo que pudo haber sido una respuesta fresca al género.
Hollywood no es el dueño exclusivo del género de superhéroes. Ya desde los 60 y 70 existieron poderosos personajes provenientes de otras latitudes, por ejemplo Bollywood, y hasta aquí en México, donde el Santo, Blue Demon, Máscara Sagrada y Octagón jugaron el papel de héroes debajo de una máscara –sin olvidar, claro, a La mujer murciélago de René Cardona en 1968–. La rusa Guardianes (Zashchitniki en su idioma original o Защитники si lo escribimos en ruso) no sería el primer intento de otro país para sumarse al género de moda.
En sus primeros minutos, la historia nos ubica en un momento histórico durante la Guerra Fría: un grupo de científicos hace experimentos con el ADN de un número desconocido de individuos. Corte a nuestro presente, donde un villano busca -oh, sorpresa-, dominar el mundo comenzando primero con Rusia. Y por eso, estos cuatro individuos con poderes sobrenaturales son reclutados para vencer al mal.
De entrada, Guardianes no pretende descubrir el hilo negro de las historias de origen de superhéroes, simplemente se toma a sí mismo como un vehículo para el entretenimiento, específicamente el infantil. Es así que la película, dentro del género, no busca ubicarse a la altura de otros equipos como los Avengers o Los 4 Fantásticos, sino que va más hacia el lado de las Tortugas Ninja y hasta Los Increíbles, aunque estas personas de la antigua USRR no sean familia. Su unión y química se da a lo largo de la trama, aunque resulta raro (o desconocemos si se trate de la fría personalidad rusa), lo que hace que la pronta amista se sienta forzada.
Es natural ver y notar las deficiencias de un presupuesto limitado de $5 millones de dólares. Incluso el director Sarik Andreasyan ha señalado que usó muchos efectos prácticos para no abusar del CGI.
La fórmula que usa Guardianes la hemos visto en aquellos grupos de «familias» que mencionamos arriba , pero el guion parece haberse quedado en etapa de borrador. Existen, por ejemplo, escenas que claramente buscan crear empatía con los personajes –momentos «dramáticos» en los que estos superhéroes dejan ver que también son personas con sueños, ilusiones y corazón–, pero no lo logran. Si esto se lee cursi, imagínense en pantalla: todo esto choca con la rudeza que hemos visto.
Hasta cierto punto es refrescante ver una opción diferente al género dominante del momento, pero en el caso de Guardianes se llega a entender la razón de que sea Hollywood quien domina al 100%.. En el único rubro donde Guardianes sí logra acercarse a lo que vemos en las cintas de Hollywood, es con su villano: su plan, como en casi todas las del género, es lo de menos.
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Sergio López Aguirre Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.
