Hollywood: Cuando el remake no funciona
Es aún muy de mañana pero incluso así me vienen varios títulos a la cabeza: Taxi, Un ángel enamorado (¡vaya título cursi!), Vanilla sky, Déjame entrar, Están todos bien… Y seguro habrá muchos más, sólo que por el momento mi atolondrada memoria falla… Y eso que nada más estamos hablando de Europa. Porque la fiebre […]
Es aún muy de mañana pero incluso así me vienen varios títulos a la cabeza: Taxi, Un ángel enamorado (¡vaya título cursi!), Vanilla sky, Déjame entrar, Están todos bien…
Y seguro habrá muchos más, sólo que por el momento mi atolondrada memoria falla… Y eso que nada más estamos hablando de Europa. Porque la fiebre por el remake se ha extendido por Asia y se escurre también sobre la superficie de América Latina (nos baste de prueba el impúdico manoseo que sufrieron clásicos de culto como Hombre mirando al sudeste y Nueve reinas). Es tan imparable como el virus de REC -que, por cierto, también fue intervenida por el bisturí de Hollywood bajo el título Cuarentena– y, amiguitas y amiguitos, no hay vacuna que lo inhiba.
Y tampoco es que yo me declare contra el hecho de que Hollywood tome una película de otro país, la despoje de localismos, finales trágicos y profundidad ontológica para vestirla después con su habitual moralina y cuerpos de mejor ver. ¡Total, ya sabemos que a veces el entretenimiento puro y duro viene bien y alivia la vida! Mi queja va más bien dirigida a las veces en que no lo hacen bien, con respeto y oficio. Digo, si ya se gastaron una millonada en comprar los derechos de tal o cual cinta, y en cambiar el rostro poco atractivo de Bruno Ganz por los gestos compungidos de Nicholas Cage, por mencionar un ejemplo, al menos que se esmeren un poco más.
Y esto viene a cuento no tanto por la forma en que el genial díptico de Wim Wenders fue reducido a película dominguera forrada con ángeles guapos vestidos de Armani, sino a la relativamente reciente reversión que se hizo a esa otra película alemana que lleva por título das Experiment. Al parecer el resultado ha sido tan malo que en varios países apenas y logró colarse a la ignominiosa y temida sección del straight to video. De nada sirvieron las apariciones de los oscareados -y, hay que decirlo, por lo general excelentes actores- Adrien Brody y Forest Whitaker, quienes pensarán "cómo fui a meterme en esa mierda" cada vez que alguien les pregunta por esta cinta.
Conclusión: Hay películas que no deben tocarse. Y quizá alguna vez Hollywood lo entienda.
Aquí el trailer de Das Experiment, con el gran Moritz Bleibtreu:
Y aquí el del remake (hasta allí Whitaker parece sobreactuado, la verdad)
¿Alguien la ha visto?, ¿cuál es el remake que más odian?
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