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30 años de Laberinto

27-06-2016, 1:53:08 PM Por:
30 años de Laberinto

David Bowie y Jennifer Connelly en el clásico de Jim Henson.


Este mes, Laberinto cumple 30 años de haberse estrenado: la última película de Jim Henson y, sin duda, uno de los filmes que marcaron a toda una generación, aunque, como sucede seguido con las cintas de culto, su paso por los cines fue sin pena ni gloria. 

Jim Henson es sin duda una de las figuras del entretenimiento infantil más importantes en Estados Unidos. El originario de Mississippi logró llevar su pasión a niveles internacionales, haciendo que su amor por las marionetas le diera un lugar especial en la historia. Tras compartir esta pasión con el público a través de sus icónicos personajes de nombre Piggy, Gonzo, Ruffo, René (o Kermit, como le llaman ahora), o los habitantes de Plaza Sésamo, Henson volvería a probar suerte con el género fantástico en la cinematografía, tras el aplastante éxito del alemán Wolfgang Petersen con La historia sin fin en 1984.

Es cierto que, antes de eso, Henson y Frank Oz –titiritero y director– habían hecho The Dark Crystal, un título oscuro con animatronics y marionetas, sin duda adelantado a su época (1982); sin embargo, fue hasta 1986 cuando se embarcó en un ambicioso proyecto que ahora incluiría goblins, y todo fue por una imagen que le rondaba en la cabeza: un bebé alrededor de duendes. 


La historia de una niñera que desea que el bebé que cuida sea capturado por Jareth, Rey de los Duendes es el punto de partida para un viaje psicodélico, y quién mejor para interpretar a dicho monarca que el hombre que cayó a la tierra y que en efecto no parecía de este mundo: David Bowie. Cuando Jim Henson decidió que Jareth sería interpretado por un músico, buscaba a alguien como Michael Jackson, Sting, Prince o Mick Jagger para interpretarlo, pero los hijos de Henson le recomendaron a David Bowie. Tras conocerlo el 18 de junio de 1984, ambos llegaron a un acuerdo en febrero del siguiente año: “Siempre quise estar involucrado en el aspecto musical y de guion de una película que llegara a los niños y personas de todas las edades y Jim me ha dado total libertad”, señaló Bowie, quien fue la portada de la revista Movieline de junio… de hace 30 años.


Laberinto fue un fracaso en los cines: recaudó sólo $12 MDD. Se estrenó en diciembre en Inglaterra con la misma suerte. Sin embargo, el formato casero le dio un segundo aire que sería definitivo para volverse una de las películas definitivas de la década y del género fantástico, pues le permitió a la gente conocer el fantástico mundo de Jareth, su Magic Dance y que Jim Henson tuviera un lugar más en la historia con otro fascinante cuento.  

David Bowie señaló en 1992 que cada Navidad los niños llegaban con él y le decían :“¡Oh! Tú eres el de Laberinto!”, mientras que Jennifer Connelly, la niñera en la cinta, decía que a finales de los 90 era reconocida por niñas pequeñas en todos los lugares a donde iba. 


Cuatro años después del estreno de la película, Jim Henson moriría, pero no sin antes saber que sus películas eran objeto de culto. En palabras de su hijo Brian “estuvo consciente de ver todo eso y saber que fueron apreciadas”. Al final, la muerte de Henson significó también la muerte de una era cinematográfica, en la que predominaban más las llamadas películas “de género” (fantasía, terror, ciencia ficción) que las franquicias interminables, fueran protagonizadas por artistas excéntricos o por ranas de marioneta.

Este artículo apareció por primera vez en la edición de junio 2016 de la revista de Cine PREMIERE 

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autor Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.
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