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Los proyectos inconclusos de Stanley Kubrick

24-11-2023, 12:00:00 PM Por:
Los proyectos inconclusos de Stanley Kubrick

Estos son algunos proyectos que el mítico director no pudo concretar.

La filmografía del director neoyorquino ha sido explorada rigurosamente desde distintas perspectivas. Las opiniones respecto a su obra son tan heterogéneas como contradictorias, lo que prueba que este autor lejos de ser alguien fácil de encasillar, elaboró filmes capaces de ofrecer múltiples interpretaciones. Pero, ¿qué hay de los proyectos inconclusos de Stanley Kubrick como Napoleón?

Uno de los aspectos más fascinantes de su obra está relacionado con el método que utilizaba para la construcción de sus cintas. Aquel incluía investigaciones rigurosas, diseños detallados de escenarios y obsesiones formales relacionados con precisiones técnicas de la realización.

Este procedimiento también fue desarrollado en tres proyectos inconclusos que Stanley Kubrick trabajó con el mismo rigor: Napoleón, Inteligencia artificial y Los documentos arios. Aquí un pequeño repaso de cada uno de ellos para recordar al autor de cintas fundamentales como Casta de malditos, Patrulla infernal, 2001: Odisea del espacio o El resplandor.

El Napoleón de Stanley Kubrick

napoleón stanley kubrick

Desde su juventud Stanley Kubrick se sintió atraído por la figura de Napoleón Bonaparte. Con la aparición de 2001 Odisea del espacio, en 1968, contó con el apoyo de la Metro Golding Meyer para efectuar el proyecto. El autor nacido en 1928 dedicó muchos años a la investigación sobre la vida del emperador francés: documentó con la ayuda de veinte estudiantes de Oxford y bajo la supervisión de Felix Markham —autor de una de las biografías más completas sobre el personaje histórico— el día a día de la vida del estratega militar.

Kubrick había planeado secuencias concretas sobre algunas batallas, en específico de la derrota del emperador en Rusia y la de Waterloo. La historia, que hubiera terminado con la muerte de Napoleón, sería contada por la voz en off de un narrador heterodiegético. Las grabaciones se efectuarían en Hungría, Rumania y la entonces Yugoslavia.

Uno de los planes del autor contemplaba registrar una secuencia en el interior de un viejo edificio iluminada solamente por una vela. En ese entonces la tecnología cinematográfica no permitía tal acontecimiento. Kubrick se puso en contacto con científicos relacionados con la industria aeroespacial para utilizar un artefacto capaz de capturar la luz velatoria. Aunque no pudo concretarse para Napoleón, la técnica —que revolucionó la industria cinematográfica— fue usada para Barry Lyndon. De igual forma, utilizó algunos fragmentos del guion de esta película para Ojos bien cerrados: la secuencia donde el protagonista se relaciona con una prostituta y aquella en la que acude a una orgía.

Finalmente, la productora no quiso arriesgarse a impulsar un proyecto de una inversión económica gigantesca. Kubrick siguió interesado en la película e incluso trabajó en el guion con Anthony Burguess (autor de la novela Naranja mecánica). La siguiente obra del escritor británico fue Napoleon Symphony: A Novel in Four Movements.

En febrero de 2023, Steven Spielberg anunció que el guion original de Napoleón de Kubrick servirá como base para una miniserie de siete partes para HBO.

Los documentos arios

El escenario de este relato sobre el Holocausto sería la industria cinematográfica alemana que producía la propaganda ideada por Joseph Göebbels. Durante mucho tiempo, el realizador estadounidense buscó una historia que lo complaciera y, en 1976, encontró a un escritor que parecía reunir los requisitos: Isaac Bashevis Singer. Aunque el entusiasmo de Kubrick era evidente, el Nobel de literatura polaco no quiso involucrarse en Los documentos arios por no ofrecer una visión de primera mano.

Quince años más tarde, el cineasta dio con Mentiras en tiempos de guerra, de Louis Begley. Trabajó durante muchos meses en el guion de la película, e ideó escenarios y vestuario. Su equipo de trabajo más cercano (Roy Walker, diseñador de producción; Phil Hobbs, coproductor; y Franz Bauer, director artístico) recorrió los posibles sitios donde se filmaría: Hungría y la entonces Checoslovaquia. El proyecto fue detenido cuando Kubrick se enteró de que Steven Spielberg realizaba una película similar en ese entonces: La lista de Schindler. El fracaso en taquilla que había tenido con Cara de guerra —debido al éxito de su competencia directa, Pelotón, de Oliver Stone— expuso su miedo a fallar de nuevo. La cinta se descartó definitivamente.

Inteligencia artificial

Si en 2001: Odisea del espacio Kubrick expuso un ensayo filosófico y cinematográfico sobre la relación del hombre con la tecnología, en Inteligencia artificial mostraría la superioridad de las máquinas sobre la humanidad. El director neoyorquino estuvo planeando el filme desde 1969 y, en 1982, encontró el relato en el que se basaría: Los superjuguetes duran todo el verano, de Brian Aldiss. De inmediato, se puso en contacto con el escritor nacido en el Reino Unido en 1925 para trabajar el guion de su historia, como había sucedido con Vladimir Nabokov para Lolita, Arthur C. Clarke para 2001 y Stephen King para El resplandor. Sin embargo, Aldiss nunca estuvo convencido de las ideas del estadounidense y decidió abandonar el proyecto. Por lo demás, Kubrick consiguió los derechos de la novela y trabajó sin éxito con varios guionistas.

Inteligencia artificial abordaría la historia de un niño-robot que sueña con convertirse en humano. La tecnología de ese entonces no permitía crear un personaje por computadora capaz de confundirse con un humano real. Cuando el neoyorquino vio Parque Jurásico en 1993, reconoció el talento de los integrantes de Industrial Light & Magic y se comunicó con ellos. Éstos elaboraron gráficos sobre los escenarios en donde se efectuaría el relato: Nueva York sumergido por el derretimiento de los polos en el año 2200. En ese entonces también buscó a Chris Baker, quien dibujó cientos de bocetos para la construcción de los escenarios. Chris Cuningham hizo lo propio para crear al niño-robot.

Kubrick no quedó satisfecho y decidió posponer el filme. No obstante, un poco después resolvió ser el productor del proyecto y escoger a alguien más para la realización. Steven Spielberg era perfecto por el manejo técnico que había mostrado y su capacidad de filmar en poco tiempo. Ahora, escogerían a un niño real para interpretar al personaje principal y necesitaban grabar en un breve período para no evidenciar sus cambios físicos.

El cineasta quería realizar un ensayo filosófico que girara en torno a la pregunta: si las máquinas pueden ser física y racionalmente superiores al hombre, ¿cuáles son las cualidades que éste ofrece para seguir habitando el planeta? Kubrick nunca pudo tomar la decisión final de dirigir o no la cinta. Así, se involucró en Ojos bien cerrados y unos cuantos días después de concluirla murió. Inteligencia artificial se concretó bajo el mando de Spielberg con resultados ambiguos.

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