Buscador
Ver el sitio sin publicidad Suscríbete a la revista
Cine

Pasajeros

22-12-2016, 12:06:03 PM Por:
Pasajeros

A pesar de contar con el carisma de Jennifer Lawrence y Chris Pratt, Passengers sufre por una falta de historia que enganche al público.

Cine PREMIERE: 2
Usuarios: 3
Votar ahora:

Gran parte del cine hollywoodense se fundamenta en fórmulas previamente probadas. Géneros consumidos por públicos masivos, estrellas cuya popularidad asegura ingresos en taquilla y directores que han demostrado conectar con la audiencia son sólo algunos de los elementos en los que se basan estas frívolas conclusiones detrás de la mayoría de los productos que llegan a la pantalla. Pasajeros, de Morten Tyldum (El código enigma, 2014), es un claro ejemplo de ese extraño laboratorio del que proviene lo más popular del denominado séptimo arte. Pero como todo laboratorio, Hollywood no es la excepción y en ocasiones estos experimentos dan como resultado fallidos y desastrosos productos. 

Inspirado en un guion de Jon Spaiths (Dr. Strange, Prometeo), el director noruego regresa al cine estadounidense para su segundo trabajo de alto perfil. Ahora completamente alejado de una historia real, como lo fuera aquella que lo llevó a pelearse el codiciado premio de la Academia hace un par de años, Tyldum se pone tras la cámara para contarnos una historia de ciencia ficción que bebe de múltiples referencias, las cuales van desde La bella durmiente hasta obras maestras como 2001: Odisea del Espacio

Aquí el director se enfoca en narrar la historia de Jim Preston (Chris Pratt) quien, junto con un largo grupo de voluntarios, forma parte de la tripulación de una nave que busca poblar un planeta lejano, para lo cual todos los pasajeros deben permanecer en estado de hibernación por al menos 120 años. Pero cuando una falla técnica despierta a Jim con apenas 30 años de trayecto, éste debe enfrentar un año de soledad dentro de la nave, hasta que una egoísta idea hace que su fatídico e inevitable destino cambie.

Impulsado por sus necesidades humanas y carnales más básicas, el personaje de Pratt pronto se encuentra en un dilema. Las opciones son claras pero enfrentan sus creencias éticas: ¿Permanecerá en solitario hasta el final de sus días? ¿O se verá empujado por la necesidad a despertar a más pasajeros para hacerle compañía en los 90 años que le restan a su prolongado viaje espacial voluntario?

A nadie que esté familiarizado con el trailer le arruino la película al develar que Jim opta por la segunda opción, misma que no se toma a la ligera y sin duda se ve beneficiada al ser la guapa Aurora (Jennifer Lawrence) la elegida para hacerle compañía. ¿Pero de verdad se trata de una movida justa? ¿Acaso es válida la decisión que toma Jim al despertarla, a pesar de la inmediata atracción que ambos sienten mutuamente?

Sin duda, estas preguntas parecerían los elementos más interesantes dentro de Pasajeros, una película cuyas intenciones esconden temáticas y conflictos humanos, pero que desvía su atención en la banalidad. El director y su guionista, basados en una historia que durante años perteneció a la denominada “black list” hollywoodense, pronto dejan de lado los dilemas que nutren su premisa y optan por la salida fácil, buscando beneficiar a la película con la química y el sex appeal entre sus protagonistas que, aunque lucen espectaculares a cuadro y hacen su mejor esfuerzo por ser convincentes, nunca logran transmitir (tampoco es que el material les dé mucho para hacerlo) el conflicto detrás de la inimaginable situación en la que se encuentran, varados en medio del infinito espacio teniéndose sólo el uno al otro.

Si bien es cierto que Tyldum cuenta con un elenco excepcional dentro del cine popular contemporáneo (por ahí sobresalen dos apariciones especiales de Michael Sheen y Laurence Fishburne), además de un maravilloso trabajo de efectos visuales, aderezado por la siempre genial fotografía del mexicano Rodrigo Prieto, la realidad es que estos elementos sólo evidencian la falta de fondo que sufre la película. Tediosa, forzada y reverendamente cursi, la unión de dos de las estrellas más carismáticas del Hollywood actual es sin duda una evidencia más de que lo que importa en la pantalla son las historias, que siempre terminan pidiendo a gritos existir por encima de cualquier atractivo visual, aunque éste sea el bello rostro de Pratt y Lawrence en pantalla. 

¿Te interesa el mundo del emprendimiento?
Conoce Emprendedor.com el medio lider en contenido de Ideas de Negocio, Startups, Finanzas, Noticias para emprendedores, Franquicias, Marketing, Inspiración, síguenos y proyecta lo que eres.

autor Periodista y comentarista de cine en El Fanzine, Nylon, Puentes, Cine Premiere y quien se deje. Mi papá me puso a ver Buenos Muchachos a los diez años y "as far as I can remember, I always wanted to be a gangster".
Comentarios