Así es la suerte
Buena comedia mexicana que hábilmente esquiva un sinnúmero de clichés.
Si se tuviera que elegir una palabra para definir la obra del director mexicano Juan Carlos de Llaca, sin duda alguna sería la nostalgia. A pesar de que se trata de un remake, Así es la suerte –basada en la sobredialogada película argentina La suerte está echada– mantiene el sello del director.
En su primer filme, En el aire (1995), De Llaca nos daba un recorrido a través de un homenaje melancólico por una época en la que el rock era motor de vida. En su segunda película, Por la libre (2000), hizo que polos opuestos se unieran bajo un incondicional afecto motivado por cumplir un último deseo. Ahora, en su más reciente proyecto, ese mismo aire nostálgico está presente en un protagonista que, creyendo ser un ave de mal agüero, debe cumplir la última voluntad de su padre: reencontrarse con el amor de su vida.
Sin dejar a un lado la comedia, Así es la suerte reinventa el argumento de la película original poniendo sobre la mesa una nueva y diferente versión. Hábilmente esquiva un sinnúmero de clichés (se eliminaron del guión original escenas que involucraban drogas, no hay abuso de “malas palabras” sin justificación y no hubo necesidad de hacer un cameo con Martha Higareda topless), dando como resultado un filme que, pese a algunos imperfectos en actuaciones secundarias, indudablemente tiene más momentos buenos que malos.
Con un Mauricio Isaac asombrosamente versátil, esta risible y nostálgica historia sobre la suerte, es un claro ejemplo de que, cuando se trata de cine nacional, la comedia es nuestra mejor apuesta.
Ve el trailer de Así es la suerte.
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