Dorothy Mills
Es el tipo de suspenso alejado de cualquier señal mainstream que deja que una historia íntima y de avance lento atrape al espectador.
Hay que acercarse a este filme más como a un thriller que como a una cinta de terror: es el tipo de suspenso alejado de cualquier señal mainstream que deja que una historia íntima y de avance lento atrape al espectador. La psiquiatra Jane Van Dopp solicita el caso de una joven perturbada en una lejana locación a las afueras de Londres. Así conocerá a Dorothy Mills, quien no hará sino remover la tragedia que Jane vivió tras la pérdida de su pequeño hijo: el pueblo acusa a Dorothy de intentar matar a un bebé, pero ella tiene una “cualidad extra” que hará que todos le teman.
El espectador está entonces inmerso en la atmósfera de un pueblo en el que muchos de sus habitantes no son lo que parecen. Y es aquí donde la película comienza a caer en algunos clichés propios del género, donde extrañas apariciones invaden la pantalla por unos segundos y la protagonista no sabe si está loca o experimenta una macabra realidad. A pesar de ello, el tercer acto está dedicado a presentarnos el verdadero motivo por el que Dorothy tiene esa singular peculiaridad y su relación con Jane, cerrando así un círculo que si pestañeamos un poco al principio, podríamos no entender.
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Clara Itzel Hernández Valladares Clara Itzel es una comunicóloga junkie de los animales, TV, cine, libros, tatuajes, pop culture, té & café. La pueden seguir en instagram (@MissClaraItzel) y leer en ElMoodRandom.com
