El secreto de la última luna
Se trata de una producción de escasos recursos que puede, efectivamente, apelar al gusto infantil. Y nada más.
Al morir su padre, la pequeña María (Dakota Blue Richards de La brújula dorada) debe mudarse de Londres al Valle de Moonacre, para vivir en el castillo de su antipático y ermitaño tío Sir Benjamín Merryweather (Ioan Gruffud de Los 4 fantásticos). La única herencia de la recién huérfana es un viejo libro ilustrado acerca de la Princesa de la Luna, la trágica historia de dos familias enemistadas por siglos y la incesante búsqueda de unas poderosas perlas. La historia, por supuesto, resulta cierta y María se encuentra inmersa en un mundo mágico donde ella -y sólo ella- podrá evitar que una ancestral maldición acabe con el valle.
El Siglo XXI marcó desde su inicio una suerte de renacimiento del género fantástico en el cine. Los estrenos de El señor de los anillos y de Harry Potter en el 2001 con sus avasalladores éxitos en taquilla, perfilaron la pauta para explorar y/o explotar cualquier anécdota de corte fantástico. El turno es ahora de la novela The little white horse de Elizabeth Goudge publicado en 1946, uno de los libros favoritos de la infancia de J. K. Rowling –la autora de Harry Potter- según sus propias declaraciones. Las similitudes de las premisas de ambas obras son evidentes: un infante en orfandad, unos familiares hostiles, un universo mágico y la predestinación como salvador. El libro de Goudge, por cierto, ya había sido llevado a la TV por la BBC en 1994 en formato de mini-serie en 6 partes con el título Moonacre.
La película puede efectivamente apelar al gusto infantil. Y nada más. Se trata de una producción de escasos recursos, que trata de emplear de la manera más eficiente posible sus locaciones en Hungría, los vestuarios diseñados por Beatriz Aruna Pasztor (El pescador de ilusiones) y los efectos visuales. Desafortunadamente Gabor Csupo, el director de El mundo mágico de Terabithia, no logra llevar ni la historia, ni los personajes a un nivel de cohesión que interese al espectador. De repente hasta parecería que estamos viendo una película para televisión, añorando que llegue un anuncio para poder levantarnos del asiento.
–Carlos Del Río
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Mary Carmen Albarrán Mary Carmen siempre ha sido una ñoña... incluso antes de que se considerara cool. Fue editora de Cine Premiere 5 años y posteriormente saltó a las compañías de tecnología pasando por Comunicación en Google, siendo el Tío Netflix en Netflix y ahora ayudando a los famosos a usar Instagram, Facebook y Threads en Meta.
