Johnny English recargado

Tengo que reconocer que soy cliente de Atkinson. No sólo tengo la colección completa de Mr. Bean en casa, sino Bean y Las vacaciones de Mr. Bean, además de admirar su estrafalario Mondavarious en Scooby-Doo y su Padre Gerald en Cuatro bodas y un funeral. ¿Y por eso habría que regalarle estrellas a esta crítica? Bueno, no es para tanto.

¿Vieron la primera película en 2003? No hay que revisitarla para comprender la secuela: el exiliado agente English es llamado a su retiro en el Tibet donde supuestamente ha perfeccionado sus habilidades y repentinamente es la única esperanza de la CIA y la MI7 para salvar al primer ministro chino. Por supuesto, es garantía de más desastre y bromas “de pastelazo”, ahora con los esteroides de gadgets ultramodernos, locaciones exóticas y un presupuesto más elevado que antes

Pero hay un punto que no podemos ignorar: Recargado es tan innecesaria hoy en día como lo serían Bond 23 o Misión imposible 4. Y esto considerando que espero ambas películas. Soy seguidor de las dos franquicias, pero para ser realistas, no aportan nada que no hayamos visto los últimos años. Y el hecho de que que Atkinson regrese con aquel personaje que en 2003 saltó de un hilarante anuncio comercial de tarjetas de crédito, a un filme que cosechó $160 MDD tiene tanto mérito como el que el agente Ethan o el 007 tendrán en su momento. La diferencia es que aquí la idea es reírse y aunque lo logra en una forma repetitiva, se cumple el propósito.

Aunque la trama de William Davies y Hamish McColl es plana, plagada de clichés, y con actuaciones de la talla de Gillian Anderson que no lucen en lo absoluto, no es la primera vez que el peso de todo un proyecto recae sobre Atkinson. Pese a que algunos años anunció su retiro como comediante, él nos vuelve a entregar un largometraje cargado de sonrisas. No piensen en ver un filme de espionaje, mucho menos en una buena parodia del mismo. Piensen en divertirse, ya sea solos o en familia (en cuyo caso les recomiendo el decente doblaje, bien tropicalizado y apto para todas las edades).

Dicho todo esto, si quieren pasar un buen rato con este aún carismático comediante inglés de 56 años –como lo harían viendo una película de nuestro buen Capulina (QEPD)– disfruten del espía recargado (aunque, para el caso, me quedo con el Maxwell Smart de Steve Carell). Cabe añadir que sí es mejor que la primera película y no dudo que la taquilla dicte que veamos más del buen English, por lo menos en una tercera ocasión.

–Julio Vélez

Ve el trailer de Johnny English recargado.

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Clara Itzel Hernández Valladares Clara Itzel es una comunicóloga junkie de los animales, TV, cine, libros, tatuajes, pop culture, té & café. La pueden seguir en instagram (@MissClaraItzel) y leer en ElMoodRandom.com