Los viajes de Gulliver
Una cinta claramente dirigida a un público infantil. Entretenida, pero sin elementos que la conviertan en una gran película.
El director Rob Letterman (Monstruos vs Aliens) revive Los viajes de Gulliver, la novela de Jonathan Swift que desde su publicación en 1726 se ha convertido en un clásico de la literatura universal.
En esta nueva versión cinematográfica, Lemuel Gulliver, interpretado por el comediante Jack Black, es el modesto encargado del correo de un importante periódico en Nueva York. Al querer impresionar a la editora de una revista de viajes (Amanda Peet), se embarca en un viaje al triángulo de las Bermudas, pero termina siendo transportado a Liliput, un reino donde sus habitantes miden unos cuántos centímetros de altura. Gulliver tendrá que ganarse la confianza de los pequeños seres y encontrar la manera de poder regresar a su casa.
La idea de realizar una cinta como esta es atractiva, ya que es una historia querida y conocida por muchos, pero en este caso, el resultado no fue tan favorable. Existen versiones más fieles a la novela, sin embargo, la presencia de Jack Black en este filme tiene un solo objetivo: entretener, simplemente eso, sin esperar nada más a cambio.
El hecho de que sea en 3D le ayuda, y con la experiencia de Letterman en animación y efectos especiales, pueden esperar escenas bien realizadas, sobre todo al jugar con el tamaño de los personajes. El problema principal de la cinta es que está llena de clichés, los chistes se sienten forzados y la trama se vuelve cada vez más exagerada, sobre todo de la mitad en adelante.
La actuación de Black es la única que vale la pena mencionar, los personajes secundarios pasan totalmente desapercibidos, aun cuando tenían un buen elenco que incluía a Jason Segel (How I met you mother) y a Amanda Peet (Alguien tiene que ceder). Otro ejemplo claro es Emily Blunt (El hombre lobo), quien hace el papel de la princesa liliputense, y a quien se le nota incómoda durante toda la película.
El filme claramente va dirigido a un público infantil, al que seguramente conseguirá entretener, pero carece de grandes elementos que la conviertan en una gran película
–Andrea Adame
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Mary Carmen Albarrán Mary Carmen siempre ha sido una ñoña... incluso antes de que se considerara cool. Fue editora de Cine Premiere 5 años y posteriormente saltó a las compañías de tecnología pasando por Comunicación en Google, siendo el Tío Netflix en Netflix y ahora ayudando a los famosos a usar Instagram, Facebook y Threads en Meta.
