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Cine

Ni de aquí ni de Alá

26-05-2011, 9:59:24 AM Por:
Ni de aquí ni de Alá

Cumple un objetivo: Seguir con la larga tradición de una comedia de enredos. 

Cine PREMIERE: 3
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A lo largo de los años, una de las premisas más recurridas en la comedia es el “cambio de papeles”. Este choque cultural que experimenta una persona y lo coloca como un “pez fuera del agua” ?que hemos visto desde Tootsie, Groundhog Day, hasta Quisiera ser grande?,  es una fórmula que no discrimina en fuentes de inspiración, al contrario se renueva conforme la sociedad encuentra un par de Némesis que en teoría no tienen nada en común. Por esta simple razón es que Ni de aquí, ni de Alá funciona en un nivel básico: un hombre musulmán que se entera que es de origen judío.
 
El director Josh Appignanesi, presenta una obra con todo el encanto del humor británico: es ácida, repulsiva y sarcástica. El personaje de Mahmud Nasir (Omid Djalili), un hombre islámico que no profesa su religión, pero sí un antisemitismo puro, es un protagonista divertido, aunque tiene un tercer acto bastante predecible. Mahmud, después de la muerte de su madre, se entera que fue adoptado y decide investigar sobre sus verdaderos padres. Un gran error: no sólo se da cuenta que es judío ?con un nombre biológico de Solly Shimshillewitz?, sino que debe adoptar la cultura y religión para hablar con su “verdadero” padre, quien se encuentro a punto de fallecer. La  actuación de Djalili es convincente, saca provecho de su experiencia como stand up comedian cada vez que menciona algún cliché de los judíos británicos. Su ritmo para realizar algún gesto o burlarse de su físico (y su nariz “israelita”) son lo mejor de la cinta.

Es una lástima que Appignanesi tratara de ser irreverente y crítico con algunos diálogos, sin embargo, por temor a caer en adjetivo racistas, al único que termina insultando es el público: si vas a ser políticamente incorrecto, hazlo sin temor. No es justo que cuando inician algunos chistes ofensivos, el ritmo se rompa inmediatamente y el humor quede a medias. Algunas escenas de la película, como un secuencia onírica en que Mahmud sale vestido como un prisionero de un campo de concentración, o una explicación de por qué los musulmanes apedrean herejes, son simples viñetas cómicas que bajo un director mucho más aventurado, no sólo hubieran sido hilarantes, también hubieran formado parte de la narrativa de la cinta. Bajo su dirección, parecen insertos de un programa cómico de la BBC.

Aún así, Ni de aquí, ni de Alá cumple un objetivo ?que espero no haya sido imitar a Borat o un capítulo de South Park?: seguir con la larga tradición de comedia de enredos, donde no importa el país de origen, ni la religión… sí se puede hallar una sonrisa en las tragedias ajenas.

–Josue Corro

 

Ve el trailer de Ni de aquí ni de Alá.

 

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autor Clara Itzel es una comunicóloga junkie de los animales, TV, cine, libros, tatuajes, pop culture, té & café. La pueden seguir en instagram (@MissClaraItzel) y leer en ElMoodRandom.com
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