Ni en tu casa, ni en la mía
Una comedia navideña bastante aceptable, en la vena de La familia de mi novia.
Una muy pequeña Resse Witherspoon y un pasado de peso Vince Vaughn, forman la pareja aparentemente perfecta, que se divierte y entiende como ninguna. ¿Su secreto? Jamás pasar la Navidad con sus familias, y huir de viaje ellos dos solos. Todo funciona de maravilla, hasta que se les cancela un avión, y tienen que quedarse. A partir de ahí, realmente aprenderán a aceptarse, no sólo en las buenas, sino en las malas; y conocerán pasajes oscuros de su pasado hasta ahora sin develar, exponiéndose a lo que todos tememos tanto: la familia.
Con dos expertos en la comedia como estelares, desde la primera escena empezamos a reír, gracias a la habilidad de sus actores; pero también al guión perfectamente bien orquestado entre escenas al estilo de La familia de mi novia (2000) y mensajes navideños que no caen en lo meloso.
La cinta que abrió en primer lugar en su fin de semana de estreno en Estados Unidos, se sostiene por completo como lo que es: una comedia sin mayores pretensiones que las de arrancarnos varias carcajadas y hacernos pasar un rato agradable, con ciertas dosis de reflexión. Por más exageradas que parezcan las situaciones, nos identificamos con los protagonistas, y recordamos los malos momentos que nuestros parientes nos han hecho pasar, o lo tedioso que puede ser una cena navideña. Aún así, reímos al ver hacia atrás, anécdotas que han servido como experiencia. Ésa es la sensación que da Ni en tu casa, ni en la mía; que, además, demuestra que Witherspoon y Vaughn siguen siendo los reyes del género.
– Dolly Malet
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Sergio López Aguirre Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.
